Adiós al más grande

A las 2:10 de la tarde, aterrizó ayer el avión presidencial HP-1A en la pista del Aeropuerto Marcos A. Gelabert de Albrook, con el cuerpo sin vida de Roberto ‘Flaco Bala’ Hernández, el mejor lanzador en la historia de los torneos nacionales de béisbol.

Esperaba en la pista, la acongojada madre del ‘Flaco Bala’, quien sacó fuerzas para ser la primera en ver el ataúd. Subió al avión para reencontrarse con su hijo, quién murió a los 50 años a causa de cáncer en el esófago. Los médicos en Houston, en EEUU, no pudieron hacer nada por la condición, ya terminal de la leyenda del béisbol panameño.

Familiares y amigos esperaron bajo un sol sofocante y con aplausos recibieron el féretro para luego ponerle una bandera de la provincia de Los Santos. Esos colores negro y naranja fue los que ‘Flaco Bala’ defendió, desde el montículo, por 24 campañas.

El presidente de la república Ricardo Martinelli acompañó a la familia en ese momento difícil y se colocó una gorra amarilla que en la frente tenía el nombre de ‘Flaco Bala’.

El cuerpo fue trasladado a Las Tablas, a 283 kilómetros de la capital, en el carro de la Funeraria Gutiérrez. El féretro permanece en la Iglesia Praga, donde se llevó a cabo la velación.

La misa de cuerpo presente será a las 10:00 a.m. de hoy en la Iglesia Santa Librada. El eterno número 12 de Los Santos, es el lanzador con más triunfos en la pelota nacional, con 89, de esas 24 victorias consecutivas, lo que significó seis temporadas sin conocer la derrota: de 1990 a 1995. También logró 1,030 ponches en 222 partidos disputados.

‘Flaco Bala’ vistió la camiseta nacional en 19 participaciones.