El fútbol, desde la Rusia veragüense

VERAGUAS

Incrustado entre colinas y cerros agrestes, a una distancia de 107 kilómetros de la entrada de Atalaya, en Santiago de Veraguas, está Rusia. Bautizado así, curiosamente, por sus primeros pobladores.

Un lluvioso día de finales de mayo, El Siglo hizo la travesía para conocer lo que opinan ‘los rusianos' de la participación de Panamá, por primera vez, en un mundial de fútbol.

La capital del país está separada por 251 kilómetros de Santiago, la cabecera de la provincia de Veraguas. En la entrada del distrito de Atalaya tomamos unos cinco kilómetros donde hay una bifurcación de las carreteras hacia el pueblo de la Basílica Menor y tomamos la que va a Mariato, Quebro, Rusia y Arenas.

Uno de los primeros pueblos que nos encontramos fue el de Malena, perteneciente a Mariato. Allí no hay cantinas. Sus habitantes son artesanos que trabajan el cuero, cuyas creaciones son: cinturones, cutarras, llaveros, monturas de caballo y otros tipos de artesanías que venden como recordatorios a los visitantes.

Casi cincuenta kilómetros más adelante, por una carretera de doble vía, curvas pronunciadas, bordeando fincas de ganado y frutales; llegamos al pueblo de Torio, no antes de cruzar el caudaloso río del mismo nombre.

Según Jorge Valdés, un conductor de taxi, el afluente arrastra piedras de oro en una época específica del año y los moradores buscan las valiosas piezas en la desembocadura al llegar a la playa, a menos de un kilómetro del puente que pasamos.

El reloj marca la 1:00 de la tarde cuando entramos a Torio. La lluvia era fresca y las aves cantaban a los alrededores. Todavía faltaban 20 kilómetros para llegar a Rusia.

Los fundadores

Eduviges Samaniego, quien se mudó con su familia a Torio hace 20 años, relató que los nombres de estos territorios son regularmente indígenas porque antiguamente ellos eran los originarios habitantes y así los llamaban.

Después de Torio viene Morrillos y aún falta un kilómetro para pisar Rusia.

Una caseta de concreto da la bienvenida al poblado. Domingo Peralta relata que junto a su hermano se establecieron en estas tierras hace más de 60 años.

Eran jóvenes, cuenta, y no había carreteras. Se pasaban dificultades porque había que bordear la costa por la playa y el manglar.

Domingo, de 72 años, botas de hule, pantalones empapados y la camisa desabotonada hasta la mitad del pecho, asegura que el nombre del pueblo se debe a que hace muchos años en esta montaña que divide a Filipinas de Rusia siempre estaba ‘rociando' (lloviendo) y los primeros habitantes le llamaron Rusia.

‘Diariamente estaba rociando (lloviendo), hasta en verano. Papá nos dijo que no tumbáramos los árboles de esta montaña porque era muy importante dejarlo así para que siguiera bien el clima, pero los derribaron', lamentó Domingo.

De Juan Peralta se dice que fue el primer habitante de Rusia. Vive a unos 300 metros de Domingo. De estos campos, Rusia, Filipinas y Japón se promocionan las mejores playas de la provincia.

‘Cuando llegamos teníamos que viajar en barco desde Santiago, aquí nos alegramos porque esta tierra era muy buena, productiva, el mar está cerquita y los pescados los cogíamos con el machete', compartió Juan.

Agrega que desde el mes de diciembre hasta febrero la producción de arroz eleva la actividad económica en toda la región.

¿Se juega fútbol?

Rusia tiene entre 500 y 600 habitantes, incluyendo los niños. Acá también se sienten emocionados por ir al primer mundial.

Los hermanos Peralta y sus familias esperan que los jugadores de La Selección Panameña de Fútbol dejen el nombre del país bien representado en la justa mundial.

Irónicamente en el lugar no existe una cancha de fútbol, los jóvenes y niños deben trasladarse a un kilómetro, al pueblo de Morrillos, donde hay una cancha con travesaños de las ramas de árboles y sin red.

Danilo Rodríguez, de 20 años, quien trabaja con su padre en su finca desde que se graduó del colegio agropecuario de Divisa, espera de Panamá un buen papel en su primer mundial.

‘Debemos tomar experiencia de competir con otros países más desarrollados, porque tenemos talento aunque no contamos con el apoyo del gobierno en el deporte', dijo.

En tanto, Moisés Ortega cree que Panamá va a regresar en la primera etapa eliminatoria pero con un buen aprendizaje.

‘Estamos frente a los mejores del planeta, pero eso ayuda a que aprendamos a concentrarnos y no depender de un árbitro', manifestó.

Douglas Adames, otro de los jóvenes del poblado, opinó que Panamá podría estar mejor en el deporte si las autoridades le dieran el apoyo que se merece, como lo hacen otros países.

En el primer mundial que Panamá participa, los residentes de esta Rusia seguirán paso a paso cada partido desde sus respectivos hogares.

Los niños van a la escuela de Morrillos y los estudiantes de media y premedia a los colegios de Mariato y Malena.

Rosa Vargas, ama de casa, comentó que la única diversión en el pueblo es la bella playa que está a 5 minutos caminando.

‘Vivimos auténticamente rural, pero tenemos algunas comodidades como la televisión, la naturaleza y el mar de aquí', concluyó Rosa.

Cae la tarde, sigue ‘ruciando' y la única forma de salir del pueblo, por un camino de piedras, es contratando un taxi que por 40 dólares hará el viaje hasta Santiago.

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HISTORIA

Los moradores relatan que del río Torio se extrae piedras de oro.

La comunidad de Rusia fue fundada hace más de 100 años, aunque no se conoce con exactitud su fecha de aniversario.

La escuela más cercana está a 1 kilómetro de Rusia, en Morrillos.