- jueves 03 de noviembre de 2016 - 12:00 AM
FÚTBOL
El modesto Legia sacó los colores al vigente campeón de Europa, un Real Madrid desconocido que se contagió del gélido ambiente de un encuentro a puerta cerrada, para dejar escapar dos tantos de ventaja y acabar empatando un partido de descontrol en el último suspiro gracias a un tanto de Mateo Kovacic (3-3).
Todos los condicionantes del encuentro en Varsovia lo convertían en un duelo extraño. Frío sin público, enorme diferencia de nivel. Mantener la concentración no era sencillo para los jugadores del Real Madrid que por momentos sintieron que jugaban más un partido de entrenamiento que de Champions y lo acabaron pagando.
Pretendía golear Zinedine Zidane, con la calculadora en la lucha por el liderato de grupo con el Borussia Dortmund, y como era irrefrenable ya el empuje de Álvaro Morata, inventó algo nuevo con tal de no sentar a Benzema. Morata y la BBC. Un 4-4-2 solo sostenido defensivamente por Kroos y Kovacic. Renunció al equilibrio y se estrelló.
Mientras que el Borussia Dortmund fue el único equipo que selló su pase matemático para los octavos de final.
El resto de clubes deberán esperar para acompañar en octavos al Atlético de Madrid, al Bayern Múnich, al Arsenal y al París Saint Germain, que se clasificaron el martes. El Leicester, el Juventus, el Real Madrid pese al empate y el Sevilla, se quedaron a un paso.