De busero a leyenda del fútbol panameño [Especial Estadio]
- lunes 13 de mayo de 2024 - 12:00 AM
Una carrera que muchos envidiarían fue lo que logró César ‘Bombo’ Medina con el Alianza FC durante 20 años, en los que luchó para poder darle la primera estrella a la institución que le abrió las puertas en el 2004, por recomendación del profesor Oscar Niño, que lo vio jugar en una liga recreativa en el sector de Pacora, donde se crió.
Su goles, sus alegrías y sus tristezas quedarán en la mente de cada unas de las personas que lo vieron jugar y gritaron esos 178 goles que celebró a lo largo carrera. Todos con una sola camiseta; la verdolaga de los ‘Pericos’.
Sus inicios fueron tiempos de muchos sacrificios: Desde levantarse temprano para ir a manejar el bus de su padre, para recoger algo de dinero que necesitaba para su pasaje y después trasladarse a los entrenamientos del Alianza FC a las 6 de la tarde
Como también en muchas ocasiones se pedió eventos importantes junto a su familia, que ahora, desde el retiro, quiere recuperar.
El Siglo conversó con el ‘Bombo’ sobre lo que alcanzó durante paso por el fútbol y el legado que deja a esa juventud que lo conocieron.
Empecé en el 2004 por cuestión del profesor Oscar Niño, él me brindó la oportunidad de llevarme a Alianza con el profesor Rubén Cárdenas (padre). Yo, estaba jugando liga de barrio y el profesor Niño, que pitaba acá en Pacora, donde vivo; me vio, habló conmigo y me dijo que iba a hablar con el profesor Cárdenas para que entrenará ahí. En esos tiempos entrenábamos en los Siete Cuadros, en Balboa. Y así fue que se dio la oportunidad de jugar en esos tiempos Anaprof.
Sinceramente no me imaginé una carrera como la que tuve, solo jugaba para divertirme y nunca cogía las cosas en serio. Antes de ir para Alianza jugaba en el Dinamo de San Miguelito. A mí no me gustaba entrenar, pero ya fui haciendo amistades y fui tomando las cosas en serio”.
Cuando uno quiere algo; con disciplina lo logras, porque es difícil no ir a los cumpleaños de tus hijos, los compromisos familiares y esas cosas. Ahí ya estaba enfocado en lo que quería, en lo que era mi carrera futbolística y les doy gracias a Dios, a la familia Cárdenas por darme la oportunidad. Y al doctor Eder Marín, que desde el inicio y hasta el final de mi carrera estuvo apoyándome.
Siempre la familia estuvo ahí. Ellos eran los primeros que me criticaban y me daban fuerzas cuando salían las cosas mal; siempre estaban ahí. Fiestas, cumpleaños, quinceaños. Si no fuera por el profesor Marín no llegaba al quinceaños de mi hija la mayor, el profe me trajo de Veraguas para acá. Pero todo ese sacrificio valió la pena por todo lo que pude lograr.
Ahora que estoy retirado me toca salir con mi familia y recuperar ese tiempo, dedicándoselo a mis hijos. Hablé con ellos (Familia Cárdenas) y le dije que voy a retomar un poco del tiempo perdido que tenía con la familia; pasar unos buenos ratos, mi hijo pequeño tiene cinco años y voy a dedicarle tiempo, porque desde que nació no he podido dedicárselo, y a mis otros hijos. Después retomaré la carrera, estudiar para ser técnico y enseñarles a los niños lo que el fútbol me dio”
Claro que no. Cuando quiera regresar me ha dicho que lo puedo hacer cuando quiera.
“Eso no hay ni que preguntarlo, ellos son mi familia, luché 20 años con el club; guerreando en las buenas y las malas, y siempre en mi mente decía que este equipo no puedo dejar que descienda y que no me retiraba sin antes darle una estrella a este equipo, había ganado todo; mejor jugador año, fui tres veces campeón goleador y lo único que me faltaba era ponerle la estrella a este club.
“Un día le dije a un periodista que nadie creía en nosotros, siempre decían que Alianza era de media tabla para abajo y cuando nos vieron en esos torneos que entramos... callamos muchas bocas.
Cuando comencé a lesionarme, porque no era de lesionarme seguido, y siempre dije que cuando Dios me mande un mensaje que hasta aquí, yo digo hasta aquí, porque ya había logrado todo.
No fue fácil pero ahí están las recompensas de todo el sacrificio que uno hace en la vida y eso es lo que siempre le digo a los muchachos, lo último que les dije fue que yo peleé por 20 años por este club para que no descendiera y espero que ustedes hagan lo mismo”.
“Se extraña los momentos con los compañeros, la fanaticada que siempre te apoyó y coreaban tu nombre. Pero les he dicho que cualquier día me aparezco y me meto a los entrenos, corro y después de ahí un fanático más”.
“La meta era llegar a superar a ‘Chepe’ Ardines, pero uno le tiene que dar gracias a Dios de llegar hasta donde lo pude hacer, a pesar de que me quitaron varios goles como los tres que le metí al Tauro”.