Benzema libera su cara goleadora
- sábado 01 de septiembre de 2018 - 4:04 PM
Liberado sin Cristiano Ronaldo, el tanto por partido de Gareth Bale y la cara más goleadora de Karim Benzema, autor de un doblete, guiaron al Real Madrid a una goleada en el Santiago Bernabéu ante el Leganés (4-1), el día que se produjo el relevo en portería con el debut de Courtois.
El adiós de Cristiano tendrá numerosas connotaciones negativas para el Real Madrid y quizás no tantas positivas, pero algunas salen pronto a la luz. El gol ya no recae en una figura y la responsabilidad la asumen dos futbolistas que han dado el salto en el inicio de curso: Bale y Benzema.
Cuando todo apuntaba a que el cambio en la portería llegaría tras el parón por partidos de selecciones, con Courtois ganando ritmo en dos partidos de rodaje con Bélgica, Lopetegui sorprendió a todos.
El día que Keylor Navas dedicaba al madridismo el galardón como mejor portero de Europa en la pasada 'Champions', su condición cambiaba. De intocable a suplente. Un nuevo escenario para un eterno luchador.
Modric tomaba el mando y eso implicaba un cambio. Las rotaciones entran en escena y el primero en sufrirlas fue Isco. El deseo de asentar la BBA como nuevo tridente ofensivo complica la situación de los centrocampistas. Si se mantiene el 4-3-3 y no se pasa a línea de cuatro en la medular, cada partido habrá una sorpresa en esa demarcación.
El Leganés pareció atemorizado de inicio, como impresionado por el Bernabéu. El Real Madrid jugó con comodidad, traspasó líneas con facilidad y generó peligro. Marcelo dejaba solo a Asensio, que picaba en exceso el balón ante la salida de Cuéllar a los cinco minutos. El premio no tardó en llegar y lo hizo de nuevo con Bale. Sus números se disparan sin Cristiano Ronaldo.
Enganchó con un buen gesto y de derecha una asistencia de cabeza de Carvajal tras la visión de Ramos en el pase en largo. El movimiento de Bale fue de goleador. Se frenó en seco para quitarse al marcador de encima y su latigazo no pudo detenerlo Cuéllar, que se quedó con el molde del balón en sus guantes.
Apuntaba noche plácida para un líder que podía explotar su pegada, cuando la primera llegada del Leganés tuvo premio. De nuevo un despiste defensivo de Marcelo, como los que le dejaron señalado en Gerona.
No luchó un balón colgado desde la banda izquierda por Jonathan Silva, incisivo en fase de ataque pero con grandes lagunas defensivas. Eraso recortó a Casemiro y fue derribado. Carrillo no desaprovechó la oportunidad en la pena máxima. Era el primer disparo que recibía Courtois como jugador del Real Madrid y, engañado en el lanzamiento, nada pudo hacer por detenerlo.
El empate asentó al Leganés de Pellegrino, que juntó líneas, ajustó marcas, cambió de banda a El Zhar para frenar las subidas de Marcelo y ubicó a Santos en la izquierda para ayudar a Silva ante la superioridad de Carvajal, con Bale en el costado derecho madridista. Así llegó la primera parada de Courtois tras un error de Casemiro. Seguro tras un disparo seco lejano de Santos.
El dominio madridista sin remate apenas dejó un intento de cabeza de Bale y una volea magnífica de Benzema que sacó con mérito Cuéllar abajo. Lo debía corregir en el segundo acto y salió lanzado.
A los tres minutos de la reanudación Asensio aparecía por la izquierda y su centro medido lo cabeceaba a la red Karim. Su disputa por la zona con Silva provocó la consulta del VAR.
Tardó demasiado, dos minutos y medio, y enfrió la alegría del gol. Frenazo en seco para después celebrarlo de la forma más extraña. La justicia aumenta, pero los tiempos se deben recortar.
El Real Madrid ya jugaba con viento a favor y la calurosa noche en la capital no invitaba a pensar en una nueva reacción del Lega. Un disparo cruzado de Santos fue su último intento. Courtois, rápido en las salidas y parando cada disparo lejano que recibió, salió airoso de un tranquilo debut.
Las ganas de más y no rebajar la intensidad comienzan a ser señas de identidad del Real Madrid de Lopetegui. Quiso la goleada y la consiguió. El gesto técnico más bonito lo dejó Kroos, enganchando con el exterior un centro suave y acariciando el palo. Benzema firmaba su doblete con un gol de matador. Se asoció con Modric y sacó un disparo cruzado ajustado imparable para Cuéllar.
Con el Leganés ya de brazos caídos convencido de que esta no era su guerra, el broche llegó con un penalti cometido sobre Asensio que materializó Sergio Ramos, el primer lanzador.
Isco dejó el regate de la noche, bailando sobre el balón, y perdonó la última ocasión de gol clara de un líder que aprovecha un calendario favorable de inicio para ganar solidez.