1-0. El Atlético le pega al Real Madrid y acelera hacia la 'Champions'
- domingo 08 de mayo de 2022 - 4:50 PM
Sin pasillo, en una versión rebajada del Real Madrid, el Atlético de Madrid logró una victoria desconocida en el Wanda Metropolitano, la primera contra su 'eterno' rival en su moderno estadio, a través de un penalti transformado por Yannick Carrasco, oro puro para el conjunto rojiblanco en su persecución obsesiva de la Liga de Campeones, a tan solo ya un triunfo, sin depender de nadie más que de sí mismo.
El Real Madrid vino de trámite al Metropolitano. Entre el tremendo esfuerzo, prórroga incluida, con el Manchester City del miércoles, y lo que le aguarda contra el Liverpool en París el próximo 28 de mayo, rebajó su potencia. No es lo mismo Lunin que Courtois. Ni, sobre todo, Jovic que Benzema, que no jugó nada. Tampoco salieron de titulares ni Vinicius ni Modric. Demasiada concesión en un derbi, encima crucial para el Atlético.
Porque el conjunto rojiblanco sí tiene mucho por hacer de aquí al final: el pase a la Liga de Campeones. Es el salvavidas de una temporada que ha zozobrado por momentos, al borde del naufragio que sería quedarse fuera de una competición -y perder su inyección económica- a la que no ha faltado en ninguno de los últimos ocho años. No hay términos medios ya para él. El miedo al fiasco está latente. Y no se lo puede permitir el Atlético.
La jugada clave del juego vino cuando un balón fue a parar a Marcos Llorente, que lanzó el pase al desmarque de Matheus Cunha, que vio una autopista por delante hasta el área. Se cruzó ante él Militao a la misma vez que se abalanzó por detrás Vallejo. El pie izquierdo del central (tan solo había jugado 97 minutos en esta Liga hasta su titularidad en el derbi) pisó el derecho del atacante brasileño. No lo detectó a simple vista el árbitro, avisado por el VAR para la revisión sobre el terreno a través del vídeo. Señaló la pena máxima. Carrasco la transformó en el 1-0. Era el minuto 39.
Oro para el Atlético, al que no le había dado para apenas más que unos amagos en todo el tránsito anterior.
Antes, durante y después, Ancelotti movió su banquillo, siempre dentro de los parámetros de dosificación física con los que había diseñado el duelo. Incluyó a Vinicius y Valderde (dos tiros suyos fueron las mejores opciones del Real Madrid en el segundo tiempo, repelida por Oblak), quitó a Casemiro y a Jovic; introdujo a Modric y Mendy, retiró a Kroos y Militao. Benzema ni siquiera jugó. No le hizo falta para empujar al Atlético hacia su territorio, de nuevo con Oblak en el papel de héroe con el último intento desde lejos de Asensio.