Orgullosos de “Chevito”

RECOMPENSA

El pequeño de seis años que despertó un sábado de 1998 muy temprano en la vivienda de sus padres en Los Boquerones de Santiago, entusiasmado porque iría por primera vez a una liga en el cuadro del 20-30, nunca imaginó que 16 años después estaría llamado a entrar como abridor en un partido de grandes ligas.

Esta noche, Severino González lanza el partido más importante en su carrera frente a los Cardenales de San Luis.

Si en Panamá hay una persona orgullosa de esto, es la señora Mélida Cruz, madre de Severino, quien contó que el amor entre González y el béisbol nació cuando tenía tres años y recibió, como regalo, un bate, una pelota y una manilla.

En su casa, Mélida, con mucha emoción y rodeada de recuerdos, contó que un buen día decidió llevar al pequeño ‘Chevito', como se le conoce en Los Boquerones a Severino, a una liga porque de familia siempre han jugado béisbol.

‘Chevito' ya sabía jugar béisbol porque en casa le enseñaron y siempre estaba apañando'.

Esa mañana se levantó a arreglarse y salieron para tomar un autobús y viajar a Santiago, donde está el cuadro del 20-30.

Confesó que no fue sino hasta un año después que lo pudo ver lanzar por primera vez. Tenía siete años; aún era de la categoría bin-bin, pero lo incluyeron en un intercolegial y le lanzó al equipo de Herrera.

Pese a su corta edad, en ese momento demostró tener gran talento, pues sacó seis outs por la ruta del ponche.

‘Siempre lo motivé al punto que recorrí el país entero viéndolo jugar béisbol y crecer como lanzador', expresó.

No fue sino hasta los 18 años, cuando físicamente se desarrolló, que vio en ‘Chevito' a un gran lanzador porque no era tan ‘espigado' como ahora.

Mélida no contiene las lágrimas cuando habla de su hijo y siente que ese lanzador que abrirá hoy un partido en Grandes Ligas, está igual de emocionado que el niño que un día abordó un autobús para jugar por primera vez.

La llamada esperada

El teléfono sonó como de costumbre el sábado a las 7:00 de la noche y, al responder, a Mélida le decían que su hijo era un big leaguer .

‘No lo creí y no fue sino hasta una hora después cuando él mismo me llamó y me confirmó la noticia', expresó.

Al escuchar la noticia de la voz de su hijo, sintió una emoción inmensa, pues está cumpliendo su sueño.

Mélida no sabe si los nervios la dejarán ver esta noche el partido.

‘Aun no sé si vea el partido...', dijo entre risas.

‘Sé que lo que le espera son retos muy grandes porque ahora es que inicia su prueba verdadera y real', dijo.

Por su parte Sheyla, hermana de Severino, adelantó que ya tienen todo listo para reunirse esta noche a ver el partido en su casa.

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González tenía efectividad de 3.57 esta temporada en ligas menores