‘Chema’ regresa a celebrar con su gente
- domingo 03 de noviembre de 2024 - 12:00 AM
El Grandes Ligas José Caballero ya está con su gente, festejando una gran temporada, en la que se coronó campeón en bases robadas de la Liga Americana, vistiendo la camiseta de los Rays de Tampa Bay.
Nuevamente, la terminal 2 del Aeropuerto Internacional de Tocumen se llenó de familiares, amigos y un tamborito para recibir al héroe de Quinta Las Flores, en Las Tablas, provincia de Los Santos.
Caballero esperó un buen tiempo sentado en el lado de migración, esperando que sus seres queridos llegaran, por la lluvia y el tráfico se retrasaron en el trayecto.
Así que, a las 6.52 de la tarde, el infield salió a encontrarse con la multitud, que coreaba “LLegó ‘Chema’ Caballero”.
“Estoy muy orgulloso de representar a mi país, a mi familia, a mi pueblo y muy agradecido por lo que ellos hicieron, son cosas que llenan mi corazón y me hacen feliz y agradecido con Dios que me da todo para estar aquí”, dijo al ver ese recibimiento.
Caballero tuvo que llegar este año a una nueva ciudad, nuevo equipo y nuevos compañeros, en su cambio desde los Marineros de Seattle a Tampa Bay el 5 de enero.
“Siempre los cambios de equipos son difíciles, porque llegas a un ambiente nuevo, a comenzar de cero prácticamente, porque yo sufrí un cambio estando en Ligas Menores, y ahora en Grandes Ligas, hay sus diferencias, pero al final del día es un equipo nuevo y uno tiene muchas ansias de poder enseñarles que hicieron bien con el cambio”, explicó de cómo se pudo adaptar a ese reto.
Y resultó en una temporada maravillosa, en la que se estafó 44 bases, siendo líder.
“Disfruto mucho cada vez que estoy en una almohadilla, correr las bases y tratar de avanzar esos 90 pies extras”, dijo de esa experiencia.
“Al principio yo tenía mis metas trazadas, pero, bueno, a lo último se estaba dando y uno no puede dejar de estar pendiente de lo que están haciendo los demás y que tanta ventaja tenían, lo demás es un regalo de Dios, no me esperaba nada de eso”, agregó.
Un logro que tiene mucho mérito, para alguien que hace 11 años tuvo una fractura de tibia y peroné, lo que por poco le trunca su sueño de Grandes Ligas.
“Siempre confiando en Dios, es quien me fortalece, para poder salir adelante y pude sobrepasar esos obstáculos en ese momento, pero yo sigo disfrutando el juego y que estoy dentro de las líneas haciendo lo que más me gusta”.
El santeño no ha parado de entrenar, porque su meta es mejorar lo que hizo esta campaña y dijo que hay opciones de jugar Liga Invernal.
Esta temporada bateó .227, con nueve jonrones y 44 impulsadas en 139 juegos.