Ortiga, lo mejor para la caspa

Tratamiento para combatir las impurezas
  • martes 01 de julio de 2014 - 12:00 AM

TRATAMIENTO

La caspa es el resultado de la acumulación de células muertas de piel, que caen en forma de hojuelas.

No necesariamente significa que el cabello está seco. Es posible tener caspa y tener el cabello graso.

Millones de personas por todo el mundo sufren de ella y un mercado de productos comerciales aprovecha la necesidad para llenarles el cabello de productos que, no siempre, los benefician.

La causa más común de caspa se debe a un hongo, esta puede tener otros factores causantes, como reacciones alérgicas, psoriasis, seborrea o estrés.

No uses estos remedios para la caspa

Si tienes antecedentes de caspa, asegúrate que ninguno de los productos que utilices para el pelo contenga alcohol. El alcohol acelera la formación de escamas.

También se recomienda usar ácido acetilsalicílico (aspirina). Procura que no esté entre los ingredientes de tu tratamiento para la caspa, porque causará resequedad en tu piel.

Remedios

Si la caspa que padeces es causada por un hongo, lo mejor que puedes usar es aceite de árbol del té. Agrega unas gotas a tu champú y úsalo regularmente.

El segundo mejor remedio para la caspa es la ortiga. Prueba elaborar un remedio casero mezclando ortiga con menta y sidra de manzana. Aplícalo como un enjuague después de tu champú, y tendrás resultados en pocos días. No utilices el champú de ortiga si estás embarazada, ya que es un remedio casero contraindicado durante el embarazo.

Si tu problema es crónico o muy intenso, puedes utilizar un jabón de azufre. Úsalo en lugar de un champú o mézclalo con uno neutro, libre de fragancias y de derivados del petróleo. El azufre también es un importante auxiliar para combatir la caída del cabello.

Evita estresarte. No importa qué remedio uses, un problema de caspa no se resuelve en un día. Rascarte y eliminar la piel seca es un problema temporal, pero que puede causar irritación y aumentar los problemas a futuro. Además, el estrés disminuye la capacidad de tu sistema inmunológico y, por lo tanto, reduce tus posibilidades de combatir efectivamente la caspa.