- miércoles 08 de enero de 2020 - 12:00 AM
El verano es una época apropiada para disfrutar de la cocina al aire libre, es por eso que te enseñaremos a cómo lograr pollo asado a la parrilla.
Para el éxito de esta receta el pollo ha de marinar al menos cuatro horas antes de prepararlo, mejor si es de un día para otro. Al pollo no le quitamos la piel ya que es importante para que nos quede crujiente.
Ingredientes:
1,5 pollo entero cortado.
También puede cortarlo
En trozos.
Para el marinado
120 ml de aceite de oliva
Virgen extra
1 cucharada de sal
La ralladura de un limón
Una cucharadita de romero
Seco
1 cucharadita de azúcar
Moreno
4 dientes de ajo
El zumo de un limón
Procedimientos:
Preparamos el marinado mezclando en un recipiente todos los ingredientes que enumero, los ajos los cortamos por la mitad. Introduce los trozos de pollo en una bolsa grande de congelar como las tipo Zip. O en una bolsa para bocadillos, también sirve.
Verter el aliño en la bolsa junto al pollo. Cerrar la bolsa y frotar para que todo el pollo se vaya impregnando del aliño. Dejamos reposar en un lugar seco no en la nevera durante 3 horas. No te preocupes que cuando cocinemos a la parrilla las altas temperaturas impiden la carne pueda tener ningún atisbo de contaminación bacteriana. Para barbacoas la carne no tiene que estar fría sino a temperatura ambiente.
A la hora de cocinar el pollo preparamos la parrilla o barbacoa con carbón, siguiendo unos pasos para lograr las brasas perfectas. Las barbacoas necesitan brasa no fuego, para lograr que las brasas estén blancas no tenemos que escatimar en el carbón o en la madera. Hay que tener paciencia, encender el carbón y esperar a tenerla las brasas adecuadas (color blanquecino grisáceo por arriba y rojo por debajo). Es por eso que hay que encender la parrilla o barbacoa 15 o 20 minutos antes de comenzar a cocinar. La parrilla no tiene que estar pegada a las brasas ha de tener cierta separación, con esto solo lograrás quemar el alimento. Una vez tengamos las brasas adecuadas colocamos las piezas de pollo. Dejamos que se cocinen alrededor de 45 minutos a una hora. La cocción ha de ser lenta para que la carne se haga correctamente.
Pasada media hora le damos la vuelta a la carne para que se haga por el otro lado. ¡No pinches la carne para darle la vuelta! Gírala con una espátula o unas pinzas. Si pinchamos la carne perderá jugos y se secará.