La dermatitis atópica: un impacto profundo en el bienestar social y emocional
- lunes 26 de agosto de 2024 - 3:04 PM
La dermatitis atópica (DA) es una de las enfermedades dermatológicas más prevalentes, conocida por sus síntomas físicos debilitantes y por el profundo impacto emocional y social que tiene en quienes la padecen.
Según expertos, la DA no es solo una condición cutánea; es un trastorno que afecta múltiples aspectos de la vida de los pacientes, desde su bienestar personal hasta sus relaciones sociales y su rendimiento laboral.
La DA se caracteriza por la aparición de lesiones en la piel acompañadas de un intenso picor, que es el síntoma predominante. Este malestar constante puede provocar una serie de alteraciones emocionales en los pacientes, como irritabilidad, ansiedad, e incluso depresión.
“Más que una enfermedad cutánea, la dermatitis atópica puede ser una condición potencialmente debilitante que interrumpe la vida diaria de los pacientes y puede afectar, de forma negativa, su bienestar emocional”, afirma la doctora Karen Villamil, líder médico de Inflamación e Inmunología de Pfizer Centroamérica y Caribe (CAC).
Los pacientes con DA suelen experimentar rechazo y estigmatización, lo que agrava su aislamiento social y deteriora sus relaciones interpersonales. Además, las limitaciones en actividades cotidianas y los trastornos del sueño debido al constante prurito son comunes, lo que contribuye a un deterioro general de la calidad de vida.
La dermatitis atópica suele manifestarse en la infancia, afectando tanto a los niños como a sus padres. Los estudios han mostrado que los padres de niños con DA tienden a experimentar altos niveles de estrés, culpa y sobreprotección, lo que puede llevar a dinámicas familiares complicadas. Por su parte, los niños con DA a menudo presentan problemas conductuales, como irritabilidad y agresividad, y sufren alteraciones en el sueño que afectan su desarrollo emocional y social.
Aproximadamente el 10% de los pacientes continúan padeciendo DA en la edad adulta, enfrentándose a síntomas graves que impactan profundamente su vida diaria. Los expertos recomiendan un enfoque integral en el tratamiento de la DA, que incluya tanto el manejo de los síntomas físicos como la atención a las necesidades emocionales de los pacientes.
“La dermatitis atópica va más allá de la piel. Al tratarse de un reto físico y psicológico para los pacientes, la DA requiere de una atención integral, que involucre a los profesionales médicos necesarios, a los pacientes, así como a sus cuidadores y familias”, concluye la doctora Villamil.