A jalar sin dolor

De seguro te encanta el aspecto de las cejas perfectamente depiladas, pero no soportas el dolor que causa retirarlas con un pinza, a continuación te ofrecemos unos consejos con los que podrás reducir fácilmente la irritación y el enrojecimiento que viene con la depilación.

Para depilar una zona con pinzas solo tenemos que estirar de manera delicada la piel que rodea el vello y retirar uno por uno los vellos indeseados.

Dependiendo del grosor y la longitud de cada pelo, este sistema puede resultar más o menos doloroso. A menudo comprobaremos que se produce un enrojecimiento en torno a la zona depilada.

Esto no deberá preocuparnos, ya que suele desaparecer al poco tiempo. Una de las técnicas más empleadas para facilitar la depilación con pinzas es el empleo de baños calientes sobre la zona a depilar antes de comenzar a extraer pelos. Esto inducirá la apertura de los poros y hará la tarea más sencilla.

Importancia de una buena pinza

La gran mayoría de las personas no le da suficiente importancia a las pinzas que utilizan, pero pueden ser la principal causa del dolor al depilar las cejas. Si tus pinzas son duras, toscas y difíciles de manipular no podrás ver con claridad y tendrás que tirar una y otra vez. Esto puede causarte una irritación.

No maltrates tu piel

Depílate de nuevo cuando sea necesario. Este es un secreto que pocos saben: cuanto más a menudo te depilas las cejas, más manejables serán con el tiempo y tendrás que soportar menos dolor. Todo tiene su lógica.

Si la ceja es grande y gruesa, dolerá más. Depila cuando tengas las cejas pequeñas, no duelen tanto. Solo depílate si te hace sentir mejor, desde el punto de vista de la apariencia. Puedes crear cejas manejables con un cepillo de cejas y un poco de gel si no deseas depilarte.