Corrígele los malos hábitos

AYUDA

Muchas veces los niños tienen el mal hábito de comerse las uñas, como solución a sus inquietudes.

Este hábito suele aparecer antes de los tres años de edad y generalmente está asociado a las situaciones de ansiedad, cansancio y estrés.

El aburrimiento también puede llevar a un niño a morderse las uñas.

Pero, si el niño es sano, es decir, juega, estudia, tiene amigos, come y duerme bien, y parece estar contento con su vida, es probable que se trate de una mala costumbre pasajera. Y en este caso lo mejor es no interferir y esperar a que le pase.

Algunos consejos para que los niños no se muerdan las uñas y sus padres lo corrijan:

- No hable a toda hora con su hijo sobre su conducta. Eso podrá dejarle más nervioso y el problema se agravará.

- El untar los dedos con una sustancia de mal sabor sería una medida útil, pero primero intente convencer a su hijo a que es una actitud necesaria para que él no se haga más daño.

- Si ve que el problema aumenta, y que existe ya un descontrol visible, puede ser conveniente el consejo y la ayuda de un psicólogo.

Para que tome conciencia de este hábito, una buena manera es ayudarlo a darse cuenta cuándo y dónde lo hace, siempre sin retarlo ni castigarlo.

Pueden establecer un código entre los dos, como un guiño, para que note que lo está haciendo otra vez.

De no olvidar esta mala acostumbre puede buscar la ayuda de un especialista para que observe a su hijo.

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Consejo

PARA QUE NO SE COMA LAS UÑAS

Se debe buscar actividades que calmen la ansiedad del niño, como armar un rompecabezas o sostener algún objeto pequeño que lo calme de esta mala costumbre

No ridiculices a tu hijo, no le llames la tención delante de las demás personas.