Aguda molestia

Para atender una uña levemente enterrada, sólo se necesita remojar el pie en agua tibia durante 15 ó 20 minutos, a fin de que los tejido...
  • lunes 22 de noviembre de 2010 - 12:00 AM

Para atender una uña levemente enterrada, sólo se necesita remojar el pie en agua tibia durante 15 ó 20 minutos, a fin de que los tejidos se ablanden y se tornen flexibles; luego se procede a levantar la laminilla con suavidad. Por último se coloca un algodón limpio y seco por debajo, hasta que la inflamación desaparezca. Empero, cuando el dolor es intenso y se acompaña de inflamación notable y pus abundante, lo mejor es buscar ayuda del podólogo. Por lo general, el especialista adormece la zona con anestesia local y, a continuación, corta y extrae la sección encarnada de la uña.

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