Coge, cornudo
- domingo 09 de octubre de 2016 - 12:00 AM
Muchos no le dan ni un descanso a la lengua, ni el domingo, al contrario, ese es el día que más la exprimen, porque como el 97 por ciento de la población está libre, muchos lo aprovechan para darles deleite a otros y a otras; también están las que salen ese día a buscar la última cocoíta y la sueltan que da miedo hablando de media humanidad. Carmela aprovechaba el domingo desde el alba, cuando llegaba a la casa de la comadre para escuchar todos los chismes que soltaban las socias del club navideño dirigido por su ‘coma'. Hasta las ocho de la mañana todo fue carcajadas de mujer feliz, pero la risa se trocó en ‘de todo' cuando la tesorera del club la llamó aparte para decirle ‘ay, ‘Carme', no sé ni cómo decirle, pero ya estamos casi en la mitad de octubre y su marido no abona ni intereses ni capital, mire que ya la cuenta va más arriba de las nubes, etc.'. Un grito destemplado de Carmela exigiéndole a la tesorera que parara confundió a las socias que clavaron sus uñas en la masa para las hojaldres. Tuvieron que calmarla con agua bendita, pero se les fue redondita al piso cuando supo que Pinto, su fiel esposo, debía 500 panchos de capital más intereses corridos desde enero, al 20%.