Quería quedarse con el esposo de la hermana
- martes 07 de enero de 2020 - 12:00 AM
Cuando me visitó Tamara, con una niña de 10 años, jamás pensé que a quien debía consultar era a su niña.
Al empezar la consulta le digo a Tamara, en su casa hay una entidad familiar enojada. Usted ha hecho para esa entidad, algo que desde el día de su muerte la mantiene enojada. Hay una pariente que debe enviarla a su país, para de esa forma apaciguar al espíritu.
Ahora mismo todo lo eléctrico se daña en su casa y pasan circunstancias poco agradables. Le pregunto esa es su única hija. Por las enfermedades de la niña es por que ese espíritu está muy pegada a ella y es por eso que debe sacarla del hogar.
Pero no por mal si no como protección... cuando escucho lo que mis espíritus me dicen, me quedo sin comprender.
Me dice Tamara... es que realmente venía a consultar a Andrea. Ella no es mi hija, es mi sobrina y su madre estaba viviendo hace un tiempo acá en Panamá. Luego me trajo a su casa, al pasar de los meses mi hermana y el esposo tuvieron un terrible accidente. Ella falleció y él quedó un tiempo en el hospital. Nació un cariño entre su esposo y yo, nosotros hoy en día mantenemos una relación amorosa y estamos pensando en casarnos. Formalizar la relación, para apoyarlo en la crianza de la niña Andrea.
Llevo algunos meses, con Andrea enferma de muchas cosas y al final clínicamente con ninguna se mejora. En la casa no hay paz; la niña ve sombras y situaciones inexplicables. Tiene pesadillas, hay momentos pesados y como usted dice; últimamente alguno aparatos electrónicos, casi nuevos se dañan.
A lo que le aconseje que era mejor que recapacitara la fatalidad que estaba cometiendo, por que jamás se libraría de ese espíritu. Puede ser el inicio de un destino fatal y jamás encontrará la aprobación, mientras quisiera llevar una relación con el padre de su sobrina. Lo que estaba viendo, era solo un pequeño indicio de todo el desastre que puede traer a su vida. Unas hierbas, un baño, una misa espiritual; sólo servirían para manifestar su malestar. Es la madre de la niña, es tu hermana, es la esposa que ha partido de manera dolorosa y te ve cómo estás sacando provecho.
Muchas personas desestiman, la presencia espiritual en nuestras vidas. Piensan que solo con llevar flores y tirar tierra encima, se olvidan de una persona. Lo que no entienden es que, mantenemos vínculos espirituales y debemos respetarlos. Somos adultos, para querer armar una excusa de novela. Puedes darle amor a una sobrina, pero no involucrarte con el esposo de tu hermana. Quieres vivir en paz, quieres tener un futuro próspero y digno, no juegues con los muertos.
Suficiente odio convivimos a diario de los vivos, para querer estar en guerra con fuerzas espirituales. La mejor solución está en tu cabeza, las buenas decisiones y acciones no necesitan brujería. Si tienes templanza y sabiduría, el poder está en tus manos… desde un rincón de luz y fuerza miamigagitana@gmail.com