Tres películas porno que tienes que ver con tu pareja

Las cintas XXX son las preferidas de los hombres
  • jueves 10 de noviembre de 2016 - 12:00 AM

CURIOSIDAD

Es mucho más común que los hombres admitan que les gusta pasar un buen rato viendo pornografía.

Las mujeres, en cambio, no se inclinan tanto hacia esta práctica porque prefieren un encuentro sexual real con sus parejas.

Esto hace que muchas damas se preocupen si descubren que su pareja ve pornografía. Se preguntan si ya no se siente atraída hacia ellas o si quizás prefiera ver pornografía antes que tener sexo.

Sin embargo, las películas para adultos pueden ser usadas para favorecer a la pareja: los dos pueden disfrutar de la pornografía para avivar o darle un toque nuevo a su sexualidad. También el hecho de ver estos videos juntos puede llevarlos a ser más honestos respecto a sus deseos y sus fantasías.

Por eso te traigo estas tres películas que me encantan y tienes que ver con tu pareja, a ver si se animan a recrear todas las escenas.

La primera es ‘Garganta Profunda', la cual ha sido considerada como la película pornográfica más exitosa e influyente de todos los tiempos.

La trama de la película, que fue lanzada en 1972, empieza con la protagonista, Linda, quien no puede llegar al orgasmo, pero luego de una terapia con un sexólogo se descubre que su clítoris está ubicado en su garganta.

Es así que probando con la garganta profunda, descubre qué es lo que más le excita y logra tener los orgasmos que anhelaba.

La segunda película que les recomiendo es ‘Fóllame'. Con un título tan explícito no hay que explicar nada.

El thriller se centra en la venganza tras una violación, pero contiene mucho sexo real.

Por último, pero no menos importante, está 'Pasolini', la cual es puro fuego y pasión. Esta es una de las más nuevas en ser lanzadas y de seguro que hará volar tu imaginación.

Recuerda que esto es una mera sugerencia, no aceptes conductas sexuales que no te agradan simplemente por satisfacer a la otra persona.

Es mejor hablar con sinceridad y encontrar un punto en el que los dos puedan disfrutar plenamente de la vida sexual en pareja, respetando siempre los puntos de vista del otro.