¿Tengo un mal amante?

E res tú o es él? Aprende a identificar a un mal amante entre sábanas y pon remedio. Por mucho que lo quieres, por mucho que te hace reír y disfrutar a su lado, en la cama, hay una barrera sexual que te impide gozar como dios manda ¿Serás tú o es problema de él?

Aunque el sexo no sea determinante para que una relación funcione, sí tiene un papel importante a la hora de valorar y analizar el progreso de la relación. Cuando a una ya no le quedan más razones para justificar un mal sexo solo cabe preguntarse ¿Estaré sencillamente con un mal amante?.

A continuación te facilitamos algunas claves para desenmascarar a un mal compañero sexual.

¿Sexo Express?. Que tus relaciones sean veloces como el viento es un problema. Si tus encuentros sexuales no superan los cinco minutos, si los preliminares hace tiempo que desaparecieron y el acto se convierte en mecánico, entonces ¡Hay un problema! O bien tu chico va a lo que va y por tanto solo busca su propia satisfacción o bien hay un problema de eyaculación precoz o de falta de experiencia.

Es todo un dominante. A tu chico le gusta mandar. Siempre decide dónde, cuándo, con qué postura y marcando él el ritmo sin preguntarse si te sientes cómoda o no. Su dominación es tal, que poco se preocupa de si llegas o no al orgasmo, pues solo busca su propio placer. En este caso, tranquila porque el problema lo tiene él. Ante un amante así, es mejor dejarlo ir, pues el sexo es cosa de dos.

Nunca llegas al orgasmo. Que las mujeres no llegan con tanta facilidad al orgasmo es una realidad,y que mediante la penetración cuesta más también, sin embargo, no hay mujer anorgásmica. Si siempre te quedas a medias, a menos que tengas problemas serios, la culpa es de tu chico que por falta de experiencia, de ganas, motivación, información... no sabe cómo estimularte adecuadamente. Sé su guía y demuéstrale cómo te gusta que te hagan las cosas.

Ni rastro de los besos

Un beso es un excitante preliminar. Si en tus encuentros sexuales no hay rastro de los beso, puede significar que estás ante un amante que va a lo que va y que no busca hacer el amor, solo sexo. Otra explicación es sencillamente que la rutina se ha instalado en nuestra cama. En cualquier caso, ataca tú y analiza su comportamiento. Si no te corresponde ¡Pasa de él!.