- martes 13 de agosto de 2024 - 11:00 PM
Cuando te enamoras al principio de una relación, estás idealizando a la otra persona. Piensas que es la mejor persona con la que puedes pasar el resto de tu vida y que es perfecta. Sin embargo, esta sensación no permanece para siempre.
Enamorarse de verdad no significa encontrar la persona perfecta, porque no existe. Cuando realmente te enamoras y amas de verdad sabes que la otra persona tiene sus defectos, te gusten más o menos, pero a pesar de ello permaneces a su lado y la quieres tal y como es.
Ocurre muy a menudo que cuando se nos cae la venda de los ojos y vemos los defectos de esa persona, intentamos que cambie, que vuelva a ser como era. Pero realmente esa persona siempre ha sido así, solo que no lo veíamos con los mismo ojos. Si pretendes que una persona cambie, quizás es que esta persona no sea la adecuada para ti.
Lo que sientes cuando te enamoras de verdad es un cariño incondicional hacia la otra persona a pesar de saber que tiene defectos.
El amor es algo muy subjetivo y cada cual lo vive a su manera. No obstante, hay ciertos cambios emocionales que todos sentimos al estar enamorados. Toma muy en cuenta lo que te dije al principio, no es lo mismo el enamoramiento en su fase inicial, cuando la relación está comenzando y estás conociendo a esa persona, que cuando ya han pasado varios meses o incluso años.
La definición de “enamorado”, según el diccionario, es el que tiene amor, pero cuidado porque no todo el que tiene o siente amor tiene porqué estar enamorado.
El concepto de enamoramiento hace referencia a un estado emocional de alegría y felicidad que sentimos cuando nos encontramos fuertemente atraídos por otra persona, a la que idealizamos y le atribuimos toda una serie de cualidades que en la mayoría de los casos magnificamos.
Por lo tanto, diríamos que el amor se trata de una alteración emocional provocada por una emoción intensa y casi incontrolable, una sensación de placer, de bienestar, incluso con palpitaciones y en ocasiones mucho nerviosismo cuando estamos en presencia de la persona que nos atrae.