Suelta lo que no te hace bien

¿Has escuchado alguna vez el dicho "es mejor estar solo que mal acompañado"? Pues es 100% aplicable para dejar una relación tóxica. Lo más importante es apostar por ti mismo/a y por tu propia felicidad, ponerte en el centro y aprender a soltar todo aquello que no te hace bien. Entender que eres merecedor de mucho más, de cosas y personas buenas, de situaciones felices.

Si no estás con alguien que te sume, y no te reste, con la que no puedas comunicarte, con la que los objetivos de vida no sean los mismos, con las que no sientas el apoyo, el amor o la confianza suficientes, es momento de terminar la relación, aunque eso sea sinónimo de soltería (no de soledad). Solo valorándote a ti mismo y dándole importancia a tu felicidad lograrás a alguien que también lo haga.

Fortalecer tu autoestima

Ahora que eres consciente y has decidido dar el paso de dejar tu relación tóxica, es momento de trabajar y fortalecer tu autoestima, pues solo así estarás preparado para amar a otros de una forma sana. El amor propio es fundamental para enfrentarte a este tipo de situaciones dado que si está por los suelos será muy difícil salir de ese circulo vicioso de las relaciones destructivas.

Recupera el tiempo perdido, aquellas aficiones que has dejado de lado, invierte tiempo de calidad en ti y para ti. Y sobre todo, recuerda lo importante y valioso que tienes, todo lo bueno que te mereces y todas las cualidades que te hacen ser especial y único. Cambia la percepción negativa que tienes de ti mismo y céntrate en potenciar todo lo positivo, para comenzar una vida libre de toxicidad que te permita establecer relaciones sanas.