- sábado 12 de julio de 2025 - 12:00 AM
¿Estás a punto de comprometerte con tu pareja? ¡Alto ahí! Antes de jurarse amor eterno o al menos exclusividad, hay una conversación que no pueden seguir postergando: la del sexo.
Hablar de intimidad sexual es tan importante como conocer el nombre de la suegra. Y no se trata solo de gustos en la cama, sino de acuerdos claros que pueden evitar más de un drama en el futuro.
¿Qué tanto quieren sexo?: No todos tienen las mismas ganas ni el mismo ritmo. ¿Él lo quiere todos los días? ¿Ella solo los fines de semana? Mejor hablarlo antes y no llevarse sorpresas después. Nada peor que los silencios incómodos en la cama.
Límites y juego limpio: Aquí no hay espacio para suposiciones. Lo que uno considera “normal”, el otro puede ver como “demasiado”. Por eso, poner sobre la mesa qué prácticas están dispuestos a probar y cuáles no. Esto es una regla de oro. Y siempre con respeto y consentimiento.
Anticonceptivos y salud sexual: Sí, también hay que hablar de eso. ¿Condón, pastillas, ambos? ¿Pruebas médicas al día? El sexo seguro no es solo responsabilidad de uno. Cuidarse mutuamente es sexy y responsable.
¿Fidelidad o relación abierta?: ¡Ojito con este tema! Porque mientras uno piensa en “para siempre tú y yo”, el otro podría estar pensando en “tú, yo y alguien más”. Aclaren desde el principio si la relación será monógama o si están abiertos a otras experiencias. La honestidad ahorra infidelidades.
Si vas en serio, habla en serio. Porque el amor no solo entra por los ojos; también se construye con buena comunicación bajo las sábanas.