Sexo en la piscina
- martes 12 de julio de 2011 - 12:00 AM
Si eres de las suertudas que tienen una piscina en su casa o de las atrevidas a las que les da igual mantener relaciones sexuales en una alberca comunitaria donde hay un cierto riesgo de que te vean, por lo que habrá más adrenalina, entonces, disfruta del sexo acuático.
Si la piscina tiene las típicas escaleras romanas, puedes practicar una postura muy sencilla, pero muy placentera. Haz que tu chico se siente en ellas, con el pecho echado un poco hacia atrás. Tú debes sentarte encima, de cuclillas (con las piernas dobladas) mirándole a él y agárrate fuerte a sus hombros para no caerte. Aquí serás tú quien marque el ritmo y la profundidad de la penetración.
Pónganse en la parte menos profunda de la pileta, de tal forma que el agua cubra las rodillas de tu hombre. Tú deberás ponerte boca arriba, dejando tu trasero al borde de la piscina. Tus piernas deben estar levantadas.
Lo bueno de hacerlo en la piscina es que en ella hay mayor privacidad, ya que es más factible encontrarse a solas aquí que en una playa. Otras ventajas: no hay arena ni sal, además, el agua puede provocar un efecto ‘lubricante’ muy placentero, tanto para el hombre como para la mujer.