Sal de la rutina con ‘la lagartija’

Para dominar la postura de la lagartija se requiere tiempo y mucha práctica, ya que el pene queda invertido y puede resultar incómodo y hasta doloroso. Pero no se preocupen, experimentando lograrán encender la llama que estaba apagada por una semana entera de trabajo y responsabilidades.

La mujer se recuesta en la cama con las piernas estiradas y ligeramente abiertas. El hombre se acuesta encima, pero de forma invertida, dejando que sus pies queden debajo de ella. En esa posición inicia la penetración cuidadosamente.

Ella no deberá hacer movimientos bruscos, pero puede contraer y relajar los músculos de la pelvis para aumentar la fricción con el pene. Él llevará el control y para más impulso, puede hace palanca con los pies de ella para moverse más rápido.