- martes 12 de marzo de 2019 - 12:00 AM
SENSUALIDAD
El beso de Singapur, también conocido como pompoir o kabazza, es una técnica sexual muy antigua con la cual se pueden intensificar los orgasmos muchísimo, pues consiste en que la mujer en el momento de la penetración estimule el pene de su pareja o compañero realizando unos movimientos con su vagina, los cuales simulan el efecto de succión, provocando así unas sensaciones similares a las que se crean con la boca durante el sexo oral.
Hay mujeres que consiguen llevar a cabo esos movimientos de una forma natural y sencilla, en cambio, para otras no resulta tan fácil y necesitarán ejercitar previamente con algunos ejercicios el llamado músculo pubocoxígeo, que es el músculo encargado de hacer esta estimulación en el pene durante la penetración.
¿Cómo se hace el beso?
Ahora que ya sabes con detalle en qué consiste y cuáles son los beneficios que puede reportarte, vamos a lo importante: ¿cómo se hace el beso de Singapur o pompoir? Seguidamente te mostramos los pasos que debes tener en cuenta para empezar a practicarlo durante tus relaciones sexuales y para dejar sin palabras a tu chico:
- ¡Tú llevas el ritmo! En esta ocasión, tú debes adoptar el rol dominante y ser la que marque el ritmo de la penetración, situándote encima de él. Tu chico puede tumbarse boca arriba y mantenerse pasivo, mientras que tú deberás situarte encima de él, tumbándote o sentándote a horcajadas. Además de en esta posición, también podéis practicar el pompoir de lado, todo es cuestión de probar y ver cuál es la postura que más disfrutáis.
- Una vez bien situados, introduce el pene en la vagina, procurando que esta esté bien lubricada para evitar molestias durante la penetración.
- Mantén tus caderas quietas durante unos segundos y aprovechad estos instantes para acariciaros mutuamente e ir aumentando la excitación.
- Ahora es cuando debes poner en acción el llamado músculo pubocoxígeo para hacer el beso de Singapur. Tan solo tienes que contraerlo de manera rítmica e intensa para que esas contracciones aprieten el pene y den paso a un potente orgasmo. Si no sabes muy bien a qué músculo nos referimos, no te preocupes, es muy fácil de identificar. Cuando vayas a orinar, intenta interrumpir el flujo de orina y pararlo por completo durante unos segundos, ese músculo que te permite realizar esta acción es el músculo pubocoxígeo, el cual además es el que ejerce presión en las paredes vaginales durante las relaciones sexuales, aumentando así el placer.