- domingo 15 de septiembre de 2024 - 12:03 AM
La pérdida de interés o la falta de excitación en la pareja puede deberse a múltiples factores. De hecho, en cada relación es posible que haya una causa diferente que explique esta situación o bien se produzca por varios motivos.
La rutina: esta es una de las explicaciones más claras de por qué la pareja deja de excitarnos. Y es que muchas veces no se cuida la relación como se debiera. Y no solo en el plano afectivo, sino también en el sexual. Las relaciones sexuales también deben cuidarse para que sean satisfactorias. Nunca es bueno caer en la monotonía y no improvisar ni sorprender.
El aburrimiento: este está relacionado con la rutina, aunque son dos factores que no tienen por qué ir de la mano. Muchas veces las parejas tienden a caer en la monotonía y no se experimentan o se realizan prácticas o juegos que aviven la llama y el interés por la otra persona.
El estrés y el ritmo de vida diario: ambos son enemigos claros de la excitación. Las preocupaciones a menudo merman la libido, al igual que los problemas que se puedan tener en el trabajo y que se trasladan al hogar y, por supuesto, a la cama. Además, el estrés es un enemigo por partida doble: por un lado, se puede buscar una satisfacción inmediata para aliviar tensiones (lo que lleva a que se resienta la relación) o bien se genera una apatía sexual.
La insatisfacción: otro de los factores que explican por qué se pierde el interés por la pareja. Muchas veces, por temor o falta de comunicación, se tiende a callar lo que no nos gusta que nos hagan y se deja pensar a la pareja que nos satisface con el fin de no ofenderla. Por supuesto, también se calla o no se dice lo que queremos en la cama. Esto lleva a una insatisfacción y a que, en ocasiones, se tengan relaciones sexuales por obligación o por no saber decir ‘no’. Esto acaba con el interés sexual de cualquiera.
Las expectativas demasiado altas: estas también nos alejan del deseo sexual de la pareja si el sexo no es tal y como se esperaba. Es importante saber que muchas parejas no funcionan bien sexualmente hasta que llevan un tiempo y se conocen. Puede suceder que desde la primera vez el sexo sea muy satisfactorio, pero no siempre es así. Pensar lo contrario y creer que todo tiene que ser siempre perfecto, desmotiva y desanima a que no se tengan relaciones sexuales.