Ponlo a ver estrellas con tus pechos ardientes
- viernes 02 de diciembre de 2016 - 12:00 AM
EXCITACIÓN
Cada mujer posee distintos grados de sensibilidad, pero los senos concentran un número importante de terminaciones nerviosas, lo que hace de esa zona erógena altamente estimulable, debido a que son sensibles al tacto, al roce, al masaje, lamidos o succión.
El placer es doble y tiene dos características relevantes. La primera y más importante, es que son generadoras de mucho placer para las mujeres y, al mismo tiempo, son para los hombres uno de los estimulantes visuales y táctiles más potentes.
Con tanto poder radicado en el pecho, es factible que la mujer sepa utilizar todos sus recursos, tantos los estimulantes como los afectivos, a través de sus senos.
No basta con el agarrón, un beso o la succión, las posibilidades sensoriales son mayores e infinitas de explorarlas.
La estimulación de los pechos provoca, además, una sensación de voluptuosidad en la vulva, lo que se traduce en la lubricación de la vagina y el potencial orgasmo.
Así las cosas, el acto íntimo no es solo genitalidad y coito, sino que abarca todos los sentidos, en especial el olfato, el tacto, la suave caricia y hasta la lengua, que forma parte importante del acto sexual.
Si deseas disfrutar de esta zona, te traigo unos datitos que me fascinan, y sé que les gustan al resto de las mujeres, así, mientras gozas, la llevas al infinito y más allá.
Toma nota
Las partes más sensibles son el pezón y la areola, que pueden estimularse manual y oralmente. Pero no olvides prestar atención al pecho completo, cada parte requiere de preocupación.
Para iniciar, hazlo de manera intensa y varia de rato en rato succiónandolas suavemente como si fueras un bebé, intenta simular con tu lengua círculos para luego sacudirla.
Lo importante es prestarle mucha atención a esta parte de su cuerpo, halagarla, pero no olvidarse de lo demás. Recuerda que en las relaciones sexuales un punto importante es el factor sorpresa.