Que el placer venga de atrás

Iniciar a tu pareja en el sexo anal puede ser algo difícil, pero con la práctica podrás disfrutar de uno de los placeres más excitantes en tu vida sexual.

Primero que todo nada de obligar a tu pareja a hacer algo que ella no desee, ya que sería algo así como si tu chica te introdujera un dedo por detrás para buscarte el punto G sin preguntar: tanto podría acertar y encantarte como bajarte la libido a los pies. Tienes que tener en cuenta que no a todo el mundo, le parece atractiva la idea del sexo anal. Depende de una serie de factores: como su educación, creencias religiosas, prejuicios, rechazo por un sentimiento de dominación, si le da morbo o no, miedo al dolor físico, confianza en la pareja y experiencias anteriores.

Posiciones para que les resulte fácil iniciarse en el sexo anal:

1. El misionero: es la más fácil, la más cómoda y la ideal para principiantes. En esta postura se consigue una mejor relajación del músculo, lo que facilita la penetración.

2. La cuchara: acostados de lado, es la postura que utilizan los médicos al momento de los exámenes anales, ya que se consigue una mayor relajación.

3. La doma: ofrece dos ventajas importantes, la primera es que es ella quien controla el ritmo de la penetración, llegando hasta donde lo desea, la segunda es que la postura permite que el hombre acaricie sus senos y bese su cuello y orejas, lo que sin duda la ayudará a relajarse y recibir más placer.

4. El tornillo: es también una buena posición para los principiantes, no es demasiado profunda y ella puede sentirse en confianza de experimentarla.

5. La sorpresa: lo ideal es apoyar sus brazos en una superficie un poco alta para levantar el trasero con facilidad.

Recuerden lubricar muy bien esta zona y dilatarla para que sea más placentero y menos doloroso.