- domingo 09 de marzo de 2025 - 12:00 AM
¿Quién no ha fingido alguna vez un orgasmo? ¿Quién no ha mentido en el sexo? Mayoritariamente, son mujeres las que realizan esta práctica, aunque los hombres no quedan exentos.
En muchas ocasiones, la gente justifica este hecho por tener un objetivo claro: querer terminar la relación sexual por el motivo que sea o satisfacer a la pareja. Sin embargo, fingir lo único que va a provocar es una mala comunicación sexual, dado que no es real el mensaje que se está transmitiendo a través del lenguaje no verbal.
¿Qué está pasando en el área sexual de las parejas que lleva a alguno de sus miembros a adoptar esta práctica?
Primero hay que tener claro que el orgasmo no es ninguna meta que debemos conseguir. Fundamentalmente, con tres los motivos por los que solemos fingir o mentir en ocasiones en nuestras relaciones sexuales: presión social, complacencia y falta de habilidades sociales.
Muchas veces entendemos el sexo como una competición en la que tenemos que alcanzar o llegar a una meta, en este caso el orgasmo. Cuando lo realmente importante es disfrutar de toda la experiencia y de todo el placer que nos pueda dar, estar en la intimidad con una persona que nos atrae.
Fingir orgasmos nos aleja de nuestra pareja, no mejora la conexión existente y puede hacer que las relaciones sexuales se vuelvan con el tiempo cada vez menos placenteras y apetecibles.
Hablar sobre el tema, explorar nuestros gustos sexuales y aprender juntos son los elementos que harán que la vida sexual de una pareja mejore y que los orgasmos dejen de ser un elemento de ficción para convertirse en una realidad.
Explicarle a tu pareja qué es lo que realmente funciona, qué cosas te gustan y cuáles no son primordiales. La comunicación, una y otra vez, es la mejor herramienta para gozar de un sexo satisfactorio.