De la misma forma que cambiamos de posturas para romper con la rutina y darle un toque novedoso a nuestras relaciones sexuales, durante el sexo oral también es posible adoptar posiciones distintas y descubrir nuevas formas de dar y recibir placer.

El beso de la mariposa

La mujer debe tumbarse boca arriba sobre la cama, el sofá, el suelo, etc., y abrir sus piernas para que el hombre pueda acceder fácilmente a sus genitales.

Él tendrá que situarse entre las piernas de ella, encarando el área que va a estimular oralmente y colocando sus manos alrededor de la vagina para delimitar toda la zona que va a acariciar con los labios y la lengua. De esta forma, ella podrá estar completamente relajada mientras va sintiendo ese gran placer y él dispondrá de un magnífico de ángulo de visión, pues podrá contemplar todo el cuerpo femenino y, además, acariciar otras zonas erógenas, como por ejemplo los senos.

Con las piernas cerradas

Podemos decir que esta postura es una variante del beso de la mariposa, en la anterior la mujer debía permanecer tumbada con las piernas abiertas, por el contrario, en este caso debe hacerlo con las piernas cerradas. Solo el hecho de mantener las piernas juntas y que el hombre tenga que usar sus manos para poder acceder a la vagina y estimularla con la lengua, será muy pero que muy excitante. Podéis iniciar un juego de sumisión y dominación súper divertido que seguro os pondrá a mil.

Posición de perrito

De la misma forma, la mujer tendrá que colocarse en posición de perrito sobre la cama, manteniéndose apoyada con las palmas de las manos y la parte inferior de las piernas. Tendrá que abrir ligeramente sus piernas para que el hombre desde atrás pueda acceder a la zona genital y usar su boca y lengua para darle placer.

Además de la estimulación oral, es una postura que permite que el hombre acaricie el ano de su pareja, así como ir más allá y estimular oralmente también la región anal siguiendo todos los consejos que mostramos en el artículo Cómo dar un beso negro para que la experiencia sea súper placentera.

La lengua de gato

Para que ese gran placer sea una realidad, la mujer debe tumbarse boca arriba sobre la cama y flexionar sus rodillas llevando las piernas hacia el pecho. El hombre se acomodará frente a sus genitales para sorprenderla con increíbles besos y lamidas y, al mismo tiempo, con sus manos ayudará a sujetar las piernas de la mujer para que pueda mantenerse en la posición adecuada en todo momento.

Una variante de esta postura que le permitirá a la mujer tener un mayor control o disfrutar de sensaciones distintas es la de elevar únicamente una pierna dejando la otra completamente estirada sobre la cama.