Cuando la cama tiembla, el amor se goza

  • domingo 07 de septiembre de 2025 - 12:00 AM
A las panameñas les encanta que las consientan con besos de esos que erizan, y los panameños que se ponen creativos saben que no hay que correr: primero se calienta el fogón, después se mete la olla.

En Panamá, el sexo no es solo cosa de apagarse la luz... ¡es encender el cuerpo hasta que el sudor corra como si uno estuviera en plena Calle 50 a las doce del día!

Mira que el jueguito en pareja no es solo meter mano, ¡es saberse llevar! A veces un besito de esos que ponen la piel de gallina vale más que cualquier regalo. Y sí, ese roce en la cocina mientras se hace el desayuno puede terminar en un “arroz con mango” delicioso antes de ir a trabajar.

Las panameñas saben que el meneíto no se improvisa, y los panameños que se respetan saben que el preámbulo es la clave. Un “habla claro”, una palabrita en el oído, o hasta un mensajito en el WhatsApp a media tarde puede encender más que un abanico dañado.

No se trata de cantidad, sino de calidad.

Un rapidín en el baño, un revolcón de madrugada o una sesión maratónica de fin de semana... todo vale, siempre que la química esté ahí.

Así que ya lo sabe, mi gente: el sexo no es solo “tirar pa’lante”. Es gozar, explorar y, sobre todo, complacer. Porque como dicen “si la cama no tiembla, ¿de qué sirve el colchón?

La Rosa Fogosa les recuerda: el buen amor se cocina a fuego lento... pero se sirve bien caliente.