Conoce cuáles son las caricias que más excitan a los hombres

Una buena jornada sexual es aquella en la que no se tiene prisa, en la que se tienen en cuenta todos los detalles y en la que los juegos preliminares tienen un papel importante pues son la antesala de la excitación y el momento en el que los cuerpos se ponen más deseosos de sexo. En este artículo vamos a descubrirte cuáles son las caricias que más excitan a los hombres para que consigas volverlo loco en la cama.

1-Una buena manera que hay de comenzar a caldear el ambiente consiste en acercarte a la oreja de tu amante y comenzar a acariciarla con la yema de los dedos. Después puedes acercar tus labios y susurrarle algunas palabras, algunas frases un poco subiditas de tono que conseguirán que empiece a predisponerse para el sexo. Después podrás combinar los susurros con algunos besos que recorran tanto el exterior de la oreja como el interior.

2-El cuello. Puedes empezar acariciando suavemente todo el cuello y después comenzar a apretar un poco haciendo un leve masaje en esta zona. Luego, puedes acercar los labios y empezar a besar poco a poco para ir aumentando la pasión y terminar usando también la lengua y dar unos pequeños mordiscos que le excitarán.

3- La espalda. Puedes comenzar haciendo un masaje y después besar la zona, lamerla y comenzar a subir un poco más el tono. Los suaves arañazos también suelen ser del agrado de muchos hombres, también puedes optar por desnudarte la parte de arriba y rozarle la espalda con los pechos contándole, en voz muy baja, lo que estás haciendo. La imaginación y el tacto son grandes aliados para la excitación sexual así que juega bien estas armas y conseguirás que tu amante se derrita de placer.

4- Continuamos bajando el cuerpo del hombre para centrarnos, ahora, en la zona baja del vientre. Es una parte muy excitante pues comienzas a estar más próxima a los genitales además de que es muy sensible al tacto. Así que comienza a acariciarle la zona cercana al ombligo y ve bajando tus dedos por la zona las caderas deslizando suavemente la mano por el pubis pero sin llegar al pene.