- viernes 23 de agosto de 2024 - 12:00 AM
En primer lugar, debes pensar en ti. Si te han surgido dudas acerca del futuro de tu relación, es momento de pararte y reflexionar. Estar un tiempo separada de tu chico no significa cortar por lo sano con la relación, sino que deja entrever la necesidad de despejar tu mente, aclarar tus ideas y saber si realmente deseas seguir apostando por la relación.
Si la respuesta definitiva es un sí, ambos deberán cambiar ciertas actitudes. Pedir un tiempo se trata de hacer balance, ver los pros y los contras, aclararte y comprobar si sigues amando igual, tanto o más a tu pareja.
Crea un ambiente idóneo para decirle que quieres un tiempo. Lo mejor, sin duda, es hacerlo a la cara. No te escudes detrás de una pantalla o de una nota, tú has tomado esta decisión y le tienes que hacer frente, además piensa que él también se merece conocer las razones de tu determinación.
Plantéale si es una cuestión de rutina, si son las discusiones, la convivencia o la frialdad entre ambos, solo así podrán saber si los dos quieren continuar adelante y qué deben cambiar para lograrlo. Es tiempo de aclarar dudas y la comunicación entre los dos debe ser básica y fundamental. No son reproches, es una exposición de una situación que os está lastimando a ambos.
Aunque es un tema delicado, debes ir con la verdad por delante. Recuerda que lo conoces mucho y que la comunicación es básica en cualquier relación, es un pilar fundamental. El respeto y la confianza deben ir de la mano, también, en estos momentos. Expón tus proyectos de futuro como pareja y de manera individual y deja que él también participe en esta decisión. Son una pareja, con inquietudes, con miedos...
Pero pedir un tiempo no deja de ser una determinación que muestra madurez y que ambos deben procurar sacarle el lado positivo. Si finalmente decides luchar por la relación, lo harás siendo conscientes de todo lo que la ha ido quemando y ese es el tema: intentar que no vuelva a pasar. Si al final pesa más el desgaste, lo mejor será que cada uno siga su camino. A veces, querer, no lo es todo. ¡Suerte!