- sábado 13 de agosto de 2016 - 12:00 AM
PLACER
Las caricias por todo el cuerpo deben cambiar de intensidad a medida que el juego progresa y los niveles de excitación aumentan. Y como ‘sobre gustos no hay nada escrito' a algunos (as) les gusta más suave, a otros más fuerte y están los que combinan las intensidades pasando del frenesí a la calma placentera.
Los momentos de calma permiten encontrar pausas dentro del juego erótico, sin perder nada de lo que se viene logrando. Por el contrario, un recurso valioso es suavizar para brindar placer y rotar la experiencia para que cada uno disfrute de las sensaciones brindadas por el otro.
Las caricias en los genitales recorriendo cada una de sus partes anatómicas introducen a los amantes en la dimensión de un goce alto. Dependerá de las habilidades de cada uno para convertir estas regiones del cuerpo en fuente de exquisito placer.
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REACCIÓN
Ellos a través del sudor, el olor de las personas incide sobre el otro sexo