- jueves 01 de mayo de 2025 - 12:00 AM
Las zonas erógenas son partes del cuerpo que, cuando se estimulan, proporcionan placer. En ocasiones, dependiendo del punto que se esté estimulando, este placer es tan intenso que se convierte en un truco infalible para llegar al orgasmo.
En los hombres, las zonas erógenas primarias están claras: el pene, el glande, el prepucio y el escroto. Y las secundarias también. Solo hay que saber tocar esas teclas mágicas para hacer los preliminares un momento excitante.
Sin necesidad de utilizar juguetes eróticos, saber estimular el cuello, la nuca y los oídos harán de tu experiencia sexual en pareja un momento que querrán repetir.
Puedes comenzar con suaves besos desde sus hombros, acariciando su cuello hasta llegar a las orejas. Si además le susurras mientras le besas y acaricias, estará a punto de caramelo.
El pecho del hombre no es tan sensible como el femenino, ni a todos los hombres les gusta que les estimulen esta zona. Pero si responde bien a tus besos, puede ser un punto clave de estimulación durante el coito.
Los brazos aunque aparentemente no sean una de las zonas erógenas del hombre, las extremidades superiores son muy sensibles y un símbolo de virilidad para él, así que le encantará que te rodees con sus brazos y los toques y acaricies, sobre todo si se está esforzando con ejercicios para tener los brazos tonificados en el gimnasio.
Los pies están llenos de terminaciones nerviosas y por eso se encuentran siempre entre las recomendaciones de masajes relajantes que no te puedes perder. Masajearlos, evitando las cosquillas, puede ser muy placentero. Un consejo: utiliza aceite y dale un masaje desde los tobillos a la planta y los dedos. Y si te animas, utiliza también la boca.