
- domingo 23 de marzo de 2025 - 12:00 AM
El placer no tiene una forma definida y cada persona lo puede experimentar a su manera y a su propio ritmo. Sin embargo, los hombres suelen sufrir de un factor común de preocupación, y se trata del tiempo en que duran.
Por ese motivo, a continuación, te hablaremos sobre cómo retrasar la eyaculación para una experiencia íntima más satisfactoria.
Para alargar un poco más la experiencia del encuentro sexual, existe la forma de entrenar el momento en que se acaba, incluso un poco después de llegar al orgasmo.
Por esa razón, te diremos los trucos para retrasar la eyaculación más recomendados para el sector masculino:
Masturbación previa: si hace ya un rato no has tenido ninguna descarga sexual, ya sea contigo mismo o con tu pareja, es bastante probable que te encuentres más sensible de lo usual, y la eyaculación sea una respuesta rápida. Estimularte antes del encuentro real es una técnica que no a todas las personas les funciona, pero sí ayuda a retrasar la eyaculación un poco más.
Preservativos de larga duración: debido a la amplia tecnología con la que contamos en el día a día, hay un preservativo disponible para cada gusto, entre esos, el condón para prolongar la intimidad. Las opciones contienen una capa gruesa del látex o una loción retardante para insensibilizar el miembro y permitir una duración más larga.
Comenzar y parar: como su nombre lo indica, esta estrategia se trata de detenerte justo en el momento en que vas a terminar, evitando dar fin por completo al acto. Puedes hacerlo para retrasar la eyaculación en una sesión de masturbación o en la intimidad con tu pareja, y así, también te entrenas a ti mismo y conoces tus momentos importantes.
Control mental: puede que sea la estrategia más utilizada, incluso sin darse cuenta, pero un consejo es concentrar tu mente en cualquier otro pensamiento que no sea el orgasmo. Puedes intentar, con respiraciones pausadas y lentas, retrasar la eyaculación inmediata antes de llegar al punto de no retorno.
Lo fundamental siempre será que conozcas a tu cuerpo, lo escuches y lo entiendas, que comiences a reconocer sus límites y preferencias durante el campo sexual. Déjate descubrir cómo vives tu sexualidad, incluso desde el primer momento en que tienes una erección hasta la sensación postorgásmica.