Amor incondicional: ¿existe realmente?

  • viernes 03 de enero de 2025 - 12:00 AM

Algunos describen el amor incondicional como un afecto completo, desinteresado y sin condiciones. Dicho de esta manera, el amor incondicional puede sonar como un sueño, pero ¿es realmente posible?

Si tienes una relación sentimental, el amor incondicional puede implicar intimidad sexual, alentar a tu pareja a alcanzar sus metas profesionales o completar sus tareas domésticas en silencio cuando está enferma. Muchas personas sienten amor incondicional por sus mascotas y hacen muchas visitas al veterinario para garantizar su salud y felicidad.

Independientemente de la naturaleza de la relación, el amor incondicional puede ser excepcionalmente desinteresado e impulsado por un amor puro hacia otra persona.

Hay estudios que sugieren que el amor incondicional puede ser real y, si bien cultivarlo suele llevar tiempo, puede beneficiar nuestra salud mental de varias maneras.

Los beneficios del amor incondicional pueden cambiar la vida, pero con cualquier tipo de amor o relación, suele ser importante establecer límites claros entre uno mismo y los seres queridos. Los límites saludables pueden ser diferentes para cada persona, pero podrían incluir aspectos como priorizar el tiempo de tranquilidad para uno mismo al final de cada día, aclarando tus preferencias en torno al afecto físico en público y programar tiempo con otros amigos o familiares en determinados días de la semana.

Una vez establecidos los límites saludables, puedes comenzar a incorporar algunas de las siguientes estrategias para atraer más amor a tu vida y, potencialmente, experimentar los beneficios del amor incondicional.

Empezar por uno mismo

Cuando amas a alguien, puede resultar muy fácil esforzarse demasiado para satisfacer sus necesidades. Pero si no te cuidas, puede resultar difícil seguir estando presente para las personas que más amas.

Para atraer más amor a tu vida, debes empezar por el amor propio o, al menos, ocuparse de tus necesidades más básicas. En su forma más simple, el amor propio puede definirse como un estado de aprecio por ti mismo. Suele llevar tiempo cultivarlo y desarrollarse a partir de acciones que mejoren tu bienestar físico, psicológico, social o emocional. Lo ideal es que, al establecer una valoración básica de sí mismo, se sienta más cómodo al expresar sus necesidades a futuras parejas, amigos y otros seres queridos. Y, al llenar primero su propia taza, podrá responder a las necesidades de los demás con compasión, amor y respeto.

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