
- sábado 02 de agosto de 2025 - 12:00 AM
Cuando el rechazo es persistente, injustificado y desgasta tu relación, es normal sentirse herido y frustrado. Es importante que estés claro que no es tu responsabilidad ser amado por ella, pero sí puedes elegir cómo responder. A veces, sin darnos cuenta, podemos haber hecho o dicho algo que la otra persona interpretó mal. Pregúntate si hay alguna actitud tuya que pudo alimentar esta distancia. Si no la hay, descarta la culpa. Puede que tu suegra tenga miedo de perderla, sienta celos emocionales, o simplemente le cueste aceptar que otra persona ocupa ahora un lugar central. Es triste, pero real. No es personal, aunque lo parezca. En esta situación necesitas una aliada. Habla con tu novia y dile cómo te sientes, sin exigirle que escoja entre ustedes. Pídele que, como adulta, establezca límites con su madre. No se trata de un enfrentamiento, sino de proteger su vida en pareja. No tienes que ser sumiso, pero tampoco te conviertas en su rival. Sé cordial, educado y firme. Si hay un comentario hiriente, puedes responder: “Prefiero no hablar de eso, gracias” o “No me parece justo lo que estás diciendo”. Tu calma será tu escudo. Recuerda que no estás para convencerla, estás para construir con tu pareja.