- jueves 03 de octubre de 2024 - 12:00 AM
Una vez que nos disponemos a hacer el amor nuestro cuerpo se acelera en todo los sentidos. La respiración es el que más se nota, ya que empezamos a respirar acelerada y descontroladamente. También aumenta el ritmo cardíaco a causa de la necesidad de bombear sangre al pene y a la vagina para mantener la erección y expandir el clítoris y las paredes vaginales. La parte racional de nuestro cerebro se nubla y pasamos a estar en un estado de conciencia alterada, de hecho, se ha demostrado que el sexo afecta a la inteligencia, ya que durante el acto no somos capaces de razonar con claridad, y en el caso de la mujer también se sabe que pierde la noción del tiempo. La mínima chispa puede hacer saltar la llama de la excitación que, al contrario de lo que mucha gente cree, no es una respuesta física, sino que es un proceso que se da en el cerebro. En esta primera fase, la excitación nos la provoca algún tipo de estímulo, sea el que sea, que hace que nuestro cerebro se active al prever próxima una posible relación sexual.