El silencio de los hombres también duele

  • viernes 30 de mayo de 2025 - 11:00 PM
Paysita soy un hombre de 38 años, casado desde hace ocho, y tengo dos hijos pequeños. Desde hace dos años mi matrimonio ha cambiado drásticamente, pues mi esposa se comporta de manera agresiva. Al principio solo eran gritos, insultos, menosprecios frente a los niños, pero ahora los episodios se han vuelto más violentos: me ha golpeado en más de una ocasión, ha roto cosas en casa y me amenaza con hacerme daño. Por un lado, no quiero que mis hijos crezcan viendo esta situación, pero, por otro, me da vergüenza hablar de esto. ¿Existe alguna salida sin destruir a mi familia?

Gracias por tu valentía para contar tu situación. Estás describiendo una situación real de violencia doméstica, una que sufren más hombres de lo que se cree, pero que muchas veces queda silenciada por miedo al juicio social. El maltrato físico, emocional o psicológico no tiene género. Nadie, absolutamente nadie, merece vivir con miedo en su propia casa. Tus sentimientos son válidos, y tu sufrimiento no es menos importante por ser hombre. La violencia nunca es justificable, y mucho menos dentro de una relación donde debería primar el respeto y el amor. Tu prioridad ahora debe ser protegerte a ti y a tus hijos. Los niños también son víctimas cuando crecen en ambientes violentos. Aunque no sean golpeados directamente, presenciar agresiones deja marcas emocionales profundas. Te recomiendo que busques ayuda profesional. Un terapeuta especializado en violencia familiar puede acompañarte emocionalmente y ayudarte a tomar decisiones claras.

Existen ciertas dudas respecto al mundo sexual, despejo sus incógnitas con estas respuestas”.