
- domingo 27 de abril de 2025 - 12:00 AM
Es un clásico. Uno de los miembros de la pareja se enfada porque el otro no ha sabido leerle el pensamiento. Las expectativas que tenemos respecto a la otra persona son el detonante de este tipo de problemas. Se suelen sacar conclusiones precipitadas y crearse malos entendidos cuando esperamos que la otra parte adivine lo que pasa por nuestras cabezas. Una primera manera de deteriorar la relación es no comprender y no ponerse en la piel y en los zapatos de la pareja. Es pensar que todo lo que hace, dice o siente está equivocado porque no coincide con tu manera de procesar. La solución ante estos problemas es sencilla: expresar aquello que necesitamos.
Reza el refrán popular que la confianza da asco. Algo que se cumple muchas veces en la pareja. Con el tiempo, pueden llegar a perderse las formas, no encontrar tiempo de calidad para la relación, olvidar aspectos de higiene frente al ser querido y, por supuesto, desatender los detalles. Todo esto provoca una merma en el cariño y el respeto, transformando la relación en algo incómodo. Habla con tu novio y exprésale abiertamente que no te gusta que ande desaseado.