Tiene 38 años con el brazo en alto

Amar Bharati es uno de esos indios que se adhieren a una devoción fuera de lo común. En un tributo al dios Shivá, este hindú decidió hace 38 años levantar su brazo derecho y desde entonces no lo ha bajado, como un llamado para que en el mundo reine la paz. Lo único que ha ganado desde 1973 es que su brazo derecho se haya convertido en un pedazo de piel y hueso inútil. Amar Bharati era un hombre de clase media, con una vida sin sobresaltos: trabajo, casa, esposa y tres hijos. Pero un buen día, despertó y decidió dejar todo para servir al dios hindú Shivá. Se lanzó por la India con la ropa que usan los sadhu y una trishula (un tridente de metal), y luego de tres años de estar en el sendero de la devoción, sintió que todavía estaba muy conectado a los placeres y lujuria de la vida de los mortales. Así, alzó su mano derecha apuntando hacia el cielo, en un símbolo de paz.