Rechazó salario de $11 millones al año

El profesor Lam Yat-yan, de 28 años, acaba de rechazar una mareante oferta de un centro educativo de Hong Kong para que dicte clase en sus aulas. ¿Su excusa? Que él no distingue entre tener $50 millones en el banco que tener 80 millones.

Sí, porque Lam Yat-yan ya es rico. Muy rico. Este docente, experto en clases de motivación, es una estrella en Hong Kong. Sus lecciones emocionan a los alumnos de la universidad Beacon, donde trabaja. Y por eso la universidad rival, la Modern Education, trató de robárselo con un cheque por cerca de $1 millón al mes.

Es que en Hong Kong se vive una locura por la educación: los alumnos que van a las mejores escuelas son los que consiguen los mejores trabajos y los que más dinero ganan. En Hong Kong lo más importante es la plantilla de profesores. Y por eso los maestros, cual futbolistas, van cambiando de equipo casi cada curso.

Pero Lam Yat-yan ha preferido quedarse como está: dando clase, conferencias, cursos por Internet en los que cobra 500 euros ($567,75) por cuatro tutorías.