- lunes 25 de noviembre de 2019 - 12:00 AM
Insólito. Una puerta que es apenas su marco y su hoja batiente, sin paredes ni vallas en torno, apareció cerca una clínica en la ciudad rusa de Cherepovéts, en la región de Vólogda.
Hasta allí, la situación es sólo llamativa. Pero lo que la hace incomprensible es que —según relató un residente local— un guardián pone un candado en esa puerta cada día por la tarde, para quitarlo por la mañana.
Resulta que la cerca aún no está lista y optaron por dejar solo la puerta de seguridad.