Lennette Newell, una fotográfa de San Francisco, Estados Unidos, ha creado una exhibición bizarra con modelos desnudos que están cubiertos con pintura corporal que simula el pelaje de los animales salvajes. Cada una de las fotografías presentan modelos cubiertos de pintura, como cebras, elefantes, babuinos y guepardos junto a sus homólogos en la vida real. La exhibición, llamada "Anti-Human" (Anti-Humano) fue ideada por el deseo infantil de Lennette de convertirse en uno de los animales atendidos por su padre que era veterinario.