Tiró a su hija por la ventana de su apartamento

- domingo 27 de agosto de 2023 - 12:00 AM
¡Ayuda, ayuda! gritaba desesperado Alexandre Nardoni, de 29 años. ‘Un ladrón entró a mi casa y tiró a mi hija por la ventana', sostuvo. Así empezó el caso que conmocionó a todo Brasil. La pequeña Isabella Nardoni de 5 años de edad, había sido lanzada desde el sexto piso de los edificios London, ubicado en un barrio de clase media llamado Mazzei, en la ciudad de San Pablo, el 29 de marzo de 2008.
El encargado de seguridad que cubría el turno nocturno del edificio London escuchó un fuerte ruido proveniente del exterior. Cuando salió, vio a una niña tirada en el suelo.
Mientras esto ocurrió Ana Carolina Jatobá, madrastra de la pequeña Isabella llamó histérica a la ex de su marido y madre de Isabella: Ana Carolina Oliveira.
Toda la familia se trasladó de inmediato a la escena. Los paramédicos llegaron e indicaron que la niña aún seguía con vida.
Isabella fue trasladada al hospital, pero minutos después dictaminaron su muerte. Ana Carolina Oliveira, madre de la menor, no podía creer lo que estaba ocurriendo.
Alexandre y la madrastra de Isabella fueron llevados a la estación policial para que rindieran su declaración de lo ocurrido. Ellos alegaban que un hombre había irrumpido en su domicilio, cortado la malla de seguridad de la ventana de la habitación de sus hijos, y tirado a la pequeña desde lo alto.
La pareja contó que ese día, después de visitar a los abuelos, fueron con su mujer y los tres chicos (Isabella, de su primer matrimonio, de 5 años, Pietro, de 3 años y Caua, de 11 meses, frutos de la relación con su nueva mujer) al supermercado. Cuando volvieron a casa entraron con el auto al garage. Como Isabella estaba dormida decidieron que él subiera primero al departamento con ella en brazos. Así lo hizo. La acostó en la cama, cerró la puerta con llave y bajó al garage nuevamente para ayudar a su mujer con Pietro y Caua.
Según ellos, duraron entre 5 a 10 minutos en regresar al apartamento. Indicaron que vieron que Isabella no estaba y que había un agujero en la red de protección de la ventana del cuarto de los hijos menores. Fue en ese momento que se asomó y dijo que vio a su hija tirada en el jardín.
Al principio los policías hicieron operativos para dar con el presunto responsable, sin embargo, cuando los investigadores se trasladaron a la escena se dieron cuenta que habían muchas cosas que no cuadraban en esta versión. La puerta de la entrada no había sido forzada y había rastros de sangre en el suelo del apartamento.
Las sospechas recayeron de inmediato en contra de la pareja y la opinión pública los sentenció. La población estaba enardecida por el terrible crimen y les gritaban asesinos a Alexandre y Ana Carolina Jatobá.
El peritaje del cuerpo de Isabella sacó a relucir que la pequeña habría sido arrojada por las muñecas por las marcas que hallaron en sus manos y rodillas. Una de sus muñecas presentaba una fractura que había ocurrido mientras estaba viva; tenía trauma de cráneo y el hecho de que tuviera la lengua entre los dientes y lesiones petequiales en corazón y pulmones, marcaría que había sido asfixiada.
La autopsia demostró también que había sido golpeada: tenía el rostro morado, marcas en el cuello que sugerían ahorcamiento y una herida en la frente.
Esa herida habría sido la que dejó las pistas de sangre desde la entrada hasta el sofá. En el auto y en la cama donde el papá dijo que había acostado a Isabella también hallaron rastros de sangre.
Todo salió a la luz
Las cámaras de seguridad del supermecado revelaron otro detalles y es que en ellas se veía a Alexandre con una vestimenta que no era la misma con la cual estuvo en la escena. Los peritos recuperaron esa remera, la analizaron y descubrieron que en las dos mangas había restos de la fibra de la red de seguridad de la ventana cortada con tijera.
Testigos indicaron que Ana Carolina Jatobá tenía celos enfermizos de la ex de su marido. Por ello le molestaba la presencia de Isabella.
El fiscal de la causa, Francisco Cembranelli, reconstruyó aquella noche (para la que se fabricó una muñeca con el mismo peso y tamaño de Isabella) y conjeturó que Isabella había sido lanzada delicadamente desde el sexto piso. Algo que no haría un desconocido asesino. Con eso refutaba la versión del padre y de la madrastra de que un intruso la habría arrojado luego de cortar la malla de protección de un dormitorio.
Según el fiscal un delincuente tiraría a la niña de cualquier manera, no con tanto cuidado: Isabella fue introducida por el agujero de la red del cuarto de sus hermanos mientras era sostenida por las muñecas y luego fue soltada al vacío cuando aún se encontraba con vida.
El móvil presuntamente fue disimular lo ocurrido momentos antes por los celos de la madrastra.
El 27 de marzo 2010 el juez Mauricio Fossen dio a conocer la sentencia: Alexandre Nardoni fue condenado a la pena de 31 años 1 mes y 10 días de prisión, mientras que Ana Carolina Jatobá recibió una sentencia de 26 años y 8 meses de cárcel.