El río Teribe le dio vida y también se la quitó

LAMENTO

El caudaloso río Teribe, que desemboca en el río Changuinola, en la provincia de Bocas del Toro, fue por más de cinco décadas parte esencial de la vida de Eusebio Barnat Berchi.

Este afluente le sirvió a Eusebio para transportarse y, a su vez, contribuyó para que él se ganara el pan y pudiera darle sustento a su familia.

Ayer, Eusebio, como todos los días, salió desde su vivienda con el afán de ganarse unos dólares transportando balsas de tablones y tucas de maderas para ser vendidas en el mercado local de Changuinola.

Jamás pensó que el destino y la naturaleza le jugarían una mala pasada.

El hecho

Cuentan testigos, que Eusebio estaba en compañía de Cándido Sánchez, de 25 años, Jhon Jairo Bonilla, de 18 y otras tres personas más. Todos ellos se disponían a realizar el trabajo de transportar las maderas.

Solo transcurrieron dos horas, cuando repentinamente, la balsa donde viajaba Eusebio chocó contra gigantescas rocas, provocando que él quedara atrapado.

Uno de sus amigos contó que Eusebio pedía ayuda pero era imposible auxiliarlo, ya que se mantenía en medio de una semicascada donde corrían las fuertes corrientes.

Pese a estas condiciones, aunado a la oscuridad de la noche, Nicanor Villagra, y un grupo de amigos y familiares, se armaron de valor e iniciaron la búsqueda.

A eso de las 11:00 p.m. encontraron el cuerpo sin vida de Eusebio, de 51 años.

Riesgo

Los funcionarios del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc) llegaron al lugar donde se mantenía el cuerpo inerte de la víctima.

Sebastián Castillo, director Provincial del Sinaproc, reiteró el llamado a las personas al transitar por estos caudalosos ríos cuando sus niveles están acrecentados y menos en horas nocturnas, precisamente para evitar desgracias como estas.

Al lugar, llegaron funcionarios de Ministerio Público (MP), quienes realizaron las diligencias del levantamiento del cuerpo, para luego llevarlo a la Morgue del Hospital de Changuinola, en Bocas del Toro.

En lo que va del año, van cinco muertes por inmersión. De estos tres eran menores de edad.