Panameño y tico se quitaron las cosquillas a punta de plomo
- sábado 09 de julio de 2016 - 12:00 AM
CONFLICTO
Un chiricano y un tico fallecieron después de fajarse a tiros afuera de una vivienda ubicada en la línea fronteriza que se conoce como Barrio San Jorge, en Paso Canoas.
Los muertos fueron identificados por las autoridades como Farit Said Beita Fuentes , costarricense de 33 años, quien recibió 18 impactos de bala en su cuerpo y el panameño José Luís Rodríguez Castillo (alias ‘Cherri'), de 35 años, el cual tenía tres balazos en su tórax y cabeza.
Al parecer, ambos se toparon afuera la casa que alquilaba el panameño y tras una discusión sacaron sus armas de fuego y se agarraron a tiros, hiriéndose mortalmente. Otras personas que estaban dentro de la casa también soltaron bala al tico. Posteriormente el panameño y el tico cayeron al piso.
Tras los bombazos, el extranjero fue trasladado en un vehículo Honda CRV negro, propiedad de un tío, hasta un hospital donde murió y el panameño en una ambulancia de la Cruz Roja, la cual lo ingresó de emergencia; sin embargo, fue declarado sin vida minutos después.
Venganza
Fuentes manifestaron que una de las hipótesis que manejan es que Beita logró reconocer al asesino de su padre, quien fue ejecutado y su cuerpo encontrado el 16 de abril de 2016 en San Francisco de Coronado.
Añadió que al verlo intentó cobrar venganza; sin embargo, el panameño se defendió.
En la zona del tiroteo la Policía encontró un arma calibre 9 mm, pero se hallaron al menos cinco casquillos de escopeta y de un arma 5.56, por lo que se presume que ambas víctimas fueron impactadas con tres tipos de artefactos.
Prendas
La policía informó que Rodríguez había sido baleado el año pasado en reiteradas ocasiones y logró sobrevivir al atentado, luego de que le cobraban una deuda por drogas, ya que no era la primera vez que lo vinculaban con hechos similares.
Trascendió que solía andar solo con pequeñas cantidades de droga y estaba enfrentando un proceso judicial.
Además siempre cruzaba a Costa Rica, a pesar de que era oriundo de Chiriquí, por lo que las autoridades no descartan que trasegara droga.
Fuentes comentaron que Beita llegó el miércoles minutos antes de la medianoche a buscar a quien creía que era el asesino de su padre, por lo que le disparó; no obstante, el panameño siempre portaba un arma.
Ambos eran vecinos del Barrio San Jorge, por lo que nadie quiso referirse a lo sucedido, únicamente señalaron que escucharon una lluvia de bala y muchos gritos para solicitar ayuda.
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JUVENTUD
35 Años tenía el panameño, quien recibió 3 tiros
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DETALLES
Ambos sujetos tenían viejas rencillas, posiblemente por la muerte de un familiar.
Al momento que se encontraron, los dos estaban armados.
Se dispararon y luego fueron llevados al hospital, donde fallecieron.