Mujer muere baleada y un infante pierde la vida ahogado en una quebrada
- martes 12 de noviembre de 2024 - 12:00 AM
La madrugada del 10 de noviembre, el sonido de un disparo en un sector precarista de la provincia de Chiriquí dejó una escena de horror.
El cuerpo de Angélica Montezuma Amador, de 36 años, yacía en el suelo con una herida en la cabeza, producto de un disparo. Sin embargo, tras largas horas agonía sus signos vitales se apagaron en el Hospital Regional.
Angélica, mujer indígena y madre de familia, murió en medio de circunstancias aún sin aclarar por las autoridades.
Horas después, a la 11:30 de la mañana el Sinaproc fue notificado de la desaparición de un infante en el área de Nuevo México, cerca de la quebrada Negra.
La madre del menor, Mitzi Yudith Montenegro, describía con desesperación el accidente: el niño de apenas un año y tres meses, Keiran Daniel González Montenegro, había desaparecido en medio de las fuertes corrientes de la quebrada, que acrecentada por las lluvias, arrastraba una densa masa vegetal.
Pasadas algunas horas, el personal de rescate del Servicio Nacional de Fronteras junto con la comunidad hallaron el cuerpo sin vida de Keiran.
Un saldo de dos muertes, que no solo conmueven a Chiriquí, sino que también reflejan una realidad en la que los sectores más vulnerables parecen estar cada vez más expuestos a la violencia y a la desatención en las calles.