Madre e hijo murieron abrazados tratando de escapar de la muerte

El infierno se desató pasadas las 10:00 de la noche del domingo 2 de junio, en la parte de abajo de la residencia multifamiliar ubicada entre las calles Carlos A. Mendoza y calle Veraguas en el Barrio Chino, llevándose la vida de tres personas.

Edith Alicia García Márquez de Figueroa, de 89 años, su hijo Cornelio Figueroa, de 60 y su esposa Johana González de Figueroa de 59, intentaron salir del longevo caserón e hicieron todo lo posible para salvar sus vidas, sin lograrlo.

El nieto de Edith, Armando Figueroa, relató que su abuela y demás familiares vivían en la segunda planta de la casa.

El incendio inició en la parte de abajo y en segundos se propagó hacia arriba cuando los adultos dormían, sin embargo, a pesar de la alarma, el paso lento de los mayores les impidió ponerse a salvo de las llamas que amenazaban con reducirlo todo a cenizas.

”Mi abuela por su edad no era tan rápida, a lo mejor estaban durmiendo, mi tío [Cornelio] era medio gordito, y la mujer de él [Johana] ya estaba casi saliendo, pero se quedó ahí en la puerta a un paso de Urbano Figueroa, el otro tío que sí pudo salvarse”, narró Armando, visiblemente conmocionado.

Detrás de Urbano venía Johana, ella solo estaba a un paso de él pero al parecer alguna parte de la estructura devorada por las llamas cayó sobre ella quedando en la puerta de la casa donde sucumbió.

Urbano tiene una discapacidad y hasta el momento ninguna autoridad se ha presentado pera brindarle la ayuda que necesita.

Agregó que a la hermana de Edith Alicia, Cornelio la cargó en brazos; “ellos murieron juntos abrazados tratando de salvar sus vidas, madre e hijo, mi tío la traía para sacarla y en ese momento se desplomó la casa envuelta en las llamaradas y el humo”, reveló ruborizado.

Edith era la dueña de la casa [1407 o 1405, no recuerda bien] desde inicios del siglo pasado, desde cuando la gente pasaba a caballos por estas calles , “esta no era una barraca como salió en otros medios, este terreno tiene papeles autenticados y reales”, comentó.

Dicha vivienda estaba dividida en cuartos que los dueños habían hecho para alquilar en la planta baja, mientras que en la parte de arriba vivía la familia Figueroa, en total unas cinco personas.

Otro sobreviviente que solo quedó con la ropa que vestía, señaló: “tratamos de sacar a los viejos pero ya era muy tarde, hay sobrevivientes que estamos aquí “parquiaos”, una familia tiene cinco niños en edad de escuela, la otra tiene cuatro y a todos los pelaítos se les quemó las cosas”.

El mayor Abdiel Arosemena del Cuerpo de Bomberos de Panamá, informó que existen unos 25 damnificados producto del incendio del inmueble y, además de las tres personas fallecidas hay un niño con quemaduras en su cuerpo.