Hostales, venta de ropa y antenas ‘Starlink’ en medio del Darién

Las autoridades panameñas descubrieron recientemente un campamento clandestino en la comunidad de Dos Bocas, comarca Emberá, donde un grupo de migrantes africanos estaba siendo explotado por redes de tráfico humano.

Este campamento, operado por “coyotes”, se había convertido en un punto de tránsito obligado para los migrantes, quienes eran víctimas de diversas formas de abuso mientras intentaban continuar su viaje.

Durante la operación, las autoridades encontraron una serie de irregularidades en la zona, entre ellas, la venta ilegal de alimentos, la provisión de servicios de alojamiento y el acceso a wifi, todo a un alto costo para los migrantes. Además, se reportaron daños ambientales significativos en el área, junto a la presencia de actividades ilegales como la venta de sustancias ilícitas y la explotación sexual.

El Director del Servicio Nacional de Fronteras, Jorge Gobea, junto con el Ministerio Público y el Ministerio de Ambiente, subrayó que el único paso legal para los migrantes en esta región es el del río Cañas Blancas.

Hasta la fecha se han destruido 25 estructuras en un campamento cercano, y las autoridades están en proceso de tomar el control del campamento de Dos Bocas, que alberga más de 57 estructuras.